lunes, 6 de octubre de 2008

Se desatará la cara del Mundo




Echado en la estera, boca arriba, el sacerdote
Jaguar del Yucatán escucho el mensaje de los Dioses.
Ellos le hablaron a través del tejado,
Montados a horcajadas sobre su casa, en un idioma
Que nadie entendía.
Chilam Balam el que era boca de los Dioses,
Recordó lo que todavía no había ocurrido
Y anunció lo que será:

Se levantarán el palo y la piedra para la pelea
Morderán a sus amos los perros
Los de trono prestado han de echar lo que tragaron.
Muy dulce, muy sabroso fue lo que tragaron,
Pero lo vomitarán.
Los usurpadores se irán a los confines del agua.
Ya no habrá devoradores de hombres
Al terminar la codicia, se desatará la cara,
Se desatarán las manos, se desatarán
Los pies del Mundo.
De “Memorias del fuego” de Eduardo Galeano

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