sábado, 28 de mayo de 2022

ESTO ME DIO UN AMIGO CUANDO YO QUERIA CAMBIAR EL MUNDO.

 

 

 




"Cuando era joven, me dolía el corazón por la violencia e injusticia de este mundo. Quería con toda mi alma darle un sentido profundo a mi existencia. Quería que, al morir, mi vida hubiera servido para marcar una diferencia en este mundo, aunque tuviera que pagar un precio muy alto para hacerlo.
 
Por eso mi oración era:
 
'Señor, dame la fuerza y la sabiduría para que mi vida contribuya a mejorar la adversa situación de este mundo.'
 
Después, siendo un hombre ya maduro, me di cuenta que no había podido cambiar nada, que el mundo continuaba igual o peor. Estaba frustrado porque me sentía impotente, entonces modifiqué mi oración de la siguiente manera:
 
'Señor, ya que no pude cambiar el mundo, dame la fuerza y la sabiduría para ayudar a cambiar a mi familia y a mis cercanos.'
 
Ahora que soy un anciano, me doy cuenta de lo ingenuo y arrogante que fui al tratar de cambiar a los demás. En mi infancia me enseñaron que todos mis problemas eran culpa de otros, que mi felicidad y mi progreso no dependían de mí. Cuan equivocados estaban.
 
Como derroché mi vida fijándome en los errores de los que me rodean, culpando a los otros de mis problemas, en vez de enfocarme en reconocer y corregir mis propios errores, mi oración ahora es:
 
'Señor, dame la fuerza y la sabiduría para aprender a ver y a reconocer mis errores, para utilizar mi fuerza y mi poder personal para ser cada día alguien que sabe crecer y elegir la acción constructiva en vez de la queja.'"


Como los budistas

 

 


 

"Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho.

Si digo manzana no es la maravilla innombrable que enamora el verano,

si digo árbol apenas me acerco a lo que saben las aves,

el caballo siempre fue y será lo que es sin saber que así lo nombro.

Sé que la palabra no es el hecho, pero sí sé que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre comenzó con algunas palabras.

Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro),

encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia

y que habitamos un país llamado Tierra.

Somos hijos del amor, por lo tanto nacemos para la felicidad

(fuera de la felicidad son todos pretextos),

y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que recordar padres felices.

Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo.

Además, el universo siempre está dispuesto a complacernos,

por eso estamos rodeados de buenas noticias.

Cada mañana es una buena noticia.

Cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta, porque algo esconde.

Eso lo aprendí de mi madre
que fue la primera buena noticia que conocí.

Se llamaba Sara y nunca pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por aprender algo, llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón.

Se dedicó a vivir y no le quedaba tiempo para hacer otra cosa.

De mi madre también aprendí que nunca es tarde,

que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo,

le puedes decir basta a la mujer (ó al hombre) que ya no amas,

al trabajo que odias,

a las cosas que te encadenan,

a la tarjeta de crédito,

a los noticieros que te envenenan desde la mañana,

a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir basta

al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.


Me he transformado en un hombre libre (como debe ser),

es decir que mi vida se ha transformado en una fiesta que vivo,

en todo el mundo, desde la austeridad del frío patagónico a la lujuria del Caribe,

desde la lúcida locura de Manhattan al misterio que enriquece a la India,

donde la Madre Teresa sabe que debemos dar hasta que duela.

Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro,

lenta, misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía.

Ella nos lleva de la mano y debajo de la luna, hasta los últimos rincones del mundo,

donde nos espera el compinche, uno más, el que continúa la línea que será un círculo

que abarcará el planeta.

Esta es la revolución fundamental, el revolucionarse constantemente para armonizar con la vida,

que es cambio permanente, por eso nos vamos encontrando fatalmente para iluminar cada rincón.

 

Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande

alegría ni sufriste el más grande dolor. Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva

en el nuevo día. Vive de instante en instante porque eso es la vida.

Me costó 57 años llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar y respetar este momento?
Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple,

¿porqué te preocupas tanto?. No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la Tierra.

En la tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate,

recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo,

para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre,

para no tratarte como te trataron ellos, pero no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no sabe,

perdónalos y te liberarás de esas cadenas.

Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo.

Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente

porque toda la vida está en cada instante, pero no digas no puedo ni en broma

porque el inconsciente no tiene sentido de humor, lo tomará en serio y te lo recordará

cada vez que lo intentes.

Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades.

Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón,

no hay nada como vivir sin enemigos.

Nada peor para la cabeza y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta.

Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella.

El bien y el mal viven dentro de tí, alimenta más al bien para que
sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse.

Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano.

No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas ya son ganancia.

Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida.

Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente."

(Facundo Cabral, tomado de la revista SER) 



miércoles, 25 de mayo de 2022

Sabiduría védica antigua de los mudras enseña que la salud está literalmente en nuestras manos

 

 

 



Un mudra es un símbolo o gesto corporal realizado con las manos. La palabra mudra en sánscrito significa “sellar la energía.” Los mudras tienen un efecto directo en nuestro estado energético e influyen en los estados anímicos y están orientados a conseguir una comunicación fluida con el universo. Son usados como lenguaje, como energizadores y en algunas ocasiones también se practican para la sanación. Además, sirven para aumentar la concentración y el poder creativo durante la meditación. Según la sabiduría védica antigua, tu salud está literalmente en tus manos. Esto se debe a que los cuatro dedos y el pulgar representan los cinco bloques de construcción principales o las “Panchamahabhootas” de las cuales todo el universo está hecho: cielo (éter), aire, fuego, agua y tierra. La enfermedad surge cuando estos cinco elementos están fuera de equilibrio, pues cada dedo está asociado con un elemento, y estos elementos controlan o rigen determinadas propiedades en el cuerpo, por lo que el exceso o falta de determinado elemento conlleva o manifiesta una u otra enfermedad. Al balancear los elementos, se resuelven las dificultades. El pulgar se asocia al fuego, el índice al aire, el dedo del corazón o medio al éter, el anular al elemento tierra y el meñique al agua. Para que los mudras sean efectivos, deben usarse por al menos 10 a 15 minutos y deben ir acompañados de una intención clara y específica. Si no tienes práctica, empieza por el mudra de los cuatro dedos, presionando el pulgar con cada uno de los otro cuatro dedos durante 10 a 15 minutos diarios con la intención de balancear tu mente y cuerpo. Cada posición también tiene un efecto específico. Por ejemplo, el pulgar contra el índice redirecciona la energía hacia la pelvis lo cual ayuda a la concentración y a “poner los pies sobre la tierra” energéticamente. El pulgar contra el dedo del corazón promueve la paciencia, sobre todo en momentos de ira y frustración. El pulgar contra el anular ayuda a balancear las emociones y lo llena de seguridad. El pulgar contra el meñique promueve la intuición.

 

Fundamentos sobre los mudras

Pulgar — El fuego (Agni)
Dedo índice — El aire (Vayu)
Dedo medio — El éter (Aakasha)
Dedo anular — La tierra (Prithvi)
Dedo pequeño — El agua (Jala)

Para recuperar el equilibrio en los cinco elementos, existen algunos métodos específicos para tocar y alinear los dedos entre sí.

Estos se conocen como “Hast-Mudras” y esta terapia fácil y factible se puede practicar en cualquier momento como un alivio aumentado contra su enfermedad, así como una herramienta útil para restablecer el bienestar.

mentealternativa

La consciencia podría estar relacionada con la luz

 

 

 



Todo parece indicar que los efectos cuánticos están implicados en el funcionamiento de los organismos vivos, desde los más simples hasta los más complejos, y que la consciencia podría ser el resultado de partículas de luz de origen biológico.

Aunque no de manera concluyente, cada día queda más patente que los efectos cuánticos podrían estar implicados en el funcionamiento de los organismos vivos, destaca la revista Physics World en un reciente artículo. Los biofotones presentes en el cerebro podrían incluso estar relacionados con la inteligencia y la consciencia.

La fotosíntesis, el proceso por el cual las plantas verdes y algunas bacterias convierten la luz solar en energía química,

se basaría en la superposición de estados cuánticos electrónicos para explorar simultáneamente muchas vías de transmisión de energía.

En la fotosíntesis, cada célula utiliza casi todos los fotones de la energía solar capturada. El misterio es cómo los organismos fotosintéticos han logrado, durante más de 3.000 millones de años, tanta eficiencia en un ambiente tan variante y desordenado. La coherencia cuántica sería la respuesta: involucra estados cuánticos coherentes de larga duración, señala la citada revista.

¿Consciencia cuántica?

Roger Penrose y Stuart Hameroff en 1996, según la cual el cerebro desarrolla cálculos cuánticos,

para activar neuronas y generar consciencia.

Según ambos autores, la consciencia del cerebro es producto de esos procesos que se desarrollan dentro de las neuronas: las proteínas de su citoesqueleto son las que transfieren la información cuántica que origina la consciencia.

tendencias21

martes, 24 de mayo de 2022

Colapso Financiero

 

 



El derrumbe de la economía mundial es lo que posibilita al Anticristo establecer un sistema de trueque global centralizado cuya leyenda de esclavitud es el número 666, es decir, la coerción de adorarlo como a Dios, a cambio de poder comerciar y recibir alimentos. La “marca de la bestia” es el meollo del proyecto de gobierno mundial del Anticristo para lograr una dictadura económica global: una sociedad sin circulante monetario, con un sofisticado sistema de trueque biotecnológico que pueda controlar en todo el mundo el privilegio de comprar y vender: “Hará que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos se
hagan una marca en la mano derecha o en la frente, y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la Bestia o con la cifra de su nombre” (Ap 13, 16-18).

El sistema financiero mundial, que en realidad es supranacional y unipolar, está basado en dos colosales fraudes económicos cuyas consecuencias hoy padecemos todos.

En 1913, Rothschild, Rockefeller y Morgan lograron que se modificara la Constitución estadounidense haciendo que el presidente Wilson firmara la “Federal Reserve Act“, con lo cual pudieron crear la Reserva Federal. De esta manera, quitaron al Gobierno y al Congreso norteamericanos el poder sobre el crédito y la emisión del dinero.2

2 El principal promotor de esta maniobra fue el coronel Edward Mandell House, un agente de los Iluminados dedicado a la causa del Gobierno Mundial, quien logró posicionarse como consejero del presidente Wilson.

A partir de entonces, ese pequeño grupo de la oligarquía financiera estaría posibilitado para imprimir y distribuir papel verde a cambio de atraer las riquezas y servicios del mundo, exportando su inflación a las naciones mediante el sistema de bancas centrales dependientes del dólar. Por ello, el senador norteamericano Charles Lindberg declaró ante los medios de comunicación: “Con esta ley se ha constituido el consorcio económico más gigantesco de la Tierra; al firmarla, el presidente ha legalizado el gobierno invisible de los amos del mundo”. Así fue como unas cuantas dinastías (Kuhn Loeb, John Pierpont Morgan, First National City Bank, etc.), adquirieron una influencia arrolladora en el campo económico y político. Incluso el Estado tendría que acudir a ellos cuando necesitara dinero, y además pagaría intereses por él. Este dato es importante, pues la mayor parte de la gente ignora que la Federal Reserve no es un organismo público, sino un ente privado en manos de pocos. 3

El segundo fraude sucedió cuando, en 1971, el gobierno de Richard Nixon rompió unilateralmente el compromiso, adoptado en Breton Woods, de redimir sus billetes verdes con oro, a razón de 35 dólares la onza.

Al quitar su respaldo al dólar, se dio curso libre al abuso, las monedas nacionales se convirtieron en mercancía y se multiplicó la especulación y la usurpación de la riqueza real de las naciones. Esto llevó al deterioro de la capacidad productiva y al enriquecimiento creciente de la “mano invisible” que fraguó esa estafa.

Desde entonces, mientras que las reservas de oro en los bancos centrales crecieron un 12%, los dólares en circulación han aumentado un 14,600%, acumulando una inmensa montaña de papeles verdes sin respaldo que en el año 2002 llegó a un millón 900 mil millones de dólares.

Rebasado el límite crítico, la explosión final de la burbuja financiera era solo cuestión de tiempo, lo que propició la carrera al oro y la posterior imposición de un sistema de trueque biotecnológico -el Proyecto 666- que permite el control global por medio de la economía. Así, capitalismo y comunismo se funden bajo una dictadura de corte socialista-fascista para llevar a cabo el viejo sueño de los Iluminados.


RAHMA: DOS DIRECCIONES: UNA SIRVE A LA OTRA.

 


 

Estamos en los umbrales del despertar. Rahma es comprendida y vivenciada en sus dos direcciones: La externa y la interna. Por mucho tiempo hemos evitado caer sólo en la dirección externa, en donde se regocijan nuestros sentidos.


Hemos madurado, evitemos identificarnos sólo con el acontecimiento de la experiencia del contacto o del fenómeno OVNI, porque entonces, todo esfuerzo será utilizado hacia fuera, en la actitud propagandística y masiva, haciendo mal uso de las energías Rahma. Se pierde el equilibrio del trabajo. Sí, hay dos direcciones, pero una sirve a la otra: lo externo está al servicio de lo Interno. El trabajo externo sigue la línea horizontal del tiempo.

Pero el trabajo con nosotros mismos; INTERIORIZANDO RAHMA, sigue la línea vertical del tiempo sin tiempo. Es el AHORA EN QUE EL TIEMPO SE VUELVE AHORA”.

Las dos líneas forman la cruz de la estrella Rahma, una es temporal la otra es atemporal, una pertenece a los eventos a lo externo, la otra pertenece a los estados a lo interno de Rahma y del hombre, AHORA, significa trabajar por despertar en la línea vertical. La línea vertical es el recuerdo de la Esencia. La Esencia vive en otro Tiempo, no en el tiempo de la vida que es la línea horizontal. Trabajando AHORA, se cambia el futuro y también el pasado.


El peso del vaso

 

 

 



En una clase sobre el manejo del estrés un profesor no encontraba la manera de que sus estudiantes asimilaran sus enseñanzas. Decidió, justo antes de terminar, coger un vaso de agua, levantarlo al frente de todos y preguntarles con seriedad: “¿Cuánto pesa este vaso?”.

Poco a poco todos empezaron a dar sus conjeturas acerca del peso, hasta que no quedó un solo estudiante presente sin que intentara acertar la respuesta. Cuando llegó este momento, el profesor respondió: “A mi parecer, el peso de este vaso es irrelevante. Todo depende de la cantidad de tiempo que lo sostenga”. El salón permaneció en silencio y el profesor continuó:

“Si lo sostengo durante un minuto me parecerá que es un vaso muy ligero. Si lo hago durante horas mi brazo creerá que pesa varios kilos. Finalmente, si sostengo el vaso durante un día mi brazo se entumecerá y sentiré que pesa varias toneladas”.

Ante la mirada confundida de sus alumnos el profesor expuso: “El peso del vaso no cambia, por supuesto, pero cuanto mayor es el tiempo que decido sostenerlo mayor sentiré que es su peso. Lo mismo sucede con las preocupaciones de la vida: piensa en ellas durante un minuto y te parecerán sencillas. Hazlo durante unas horas y empezarás a preocuparte. Llévalas contigo todo el día y te dejarán paralizado“.

Los estudiantes asintieron con el rostro y el profesor puso el vaso sobre la mesa. Con esta dinámica pudo enseñarle más que todo aquello que había expuesto durante la clase. Convendrás que es uno de los mejores cuentos cortos para pensar. Si te gustó, lee también el cuento de "la llave de la felicidad".

lunes, 16 de mayo de 2022

La Dama de Paititi

 


 

 Una entidad de luz custodia las selvas del Manú y habla
del sentido de conectar con un Retiro de la Hermandad Blanca.

 

EL mensaje de Cecea  al otro lado del Mecanto

Así llegó la noche, y cerca de las 7:00 p.m. nos dispusimos a realizar una meditación para conectarnos con la Hermandad Blanca. Nimer se ofreció a dirigirla, pidiéndonos acostarnos sobre los plásticos, y de esta forma facilitar la relajación. Realmente lo que Nimer deseaba era llevar una práctica de viaje astral, lo cual hizo pero sin decir lo que se proponía.

De un momento a otro me vi abandonando el cuerpo en una proyección totalmente consciente. Era como si alguien me estuviese “jalando”, encontrándome flotando sobre mis compañeros y luego atravesando la jungla en dirección a las nacientes del Sinkibenia, el lugar donde se cree está Paititi. Luego, recuerdo que llegaba a una gran cascada que caía con fuerza desde gran altura. La atravesé y allí observé a una mujer joven y hermosísima, con un velo blanco y cabellos canos, brillante, y parecía mezclarse con el agua de la cascada. Era impactante observarla.

¿Qué buscas Nordac? —me habló la mujer con una voz dulce y maternal, llamándome por mi nombre cósmico.

—Respuestas —contesté firme, sintiendo al mismo tiempo cómo su mirada me envolvía en una indescriptible sensación de paz.

Las respuestas están en todas partes… —respondió despacio y sonriente.

—Bueno, me refiero a las respuestas que necesita el grupo —repuse.

Entonces búscalas en el grupo

—Sí… Lo que ocurre es que quisiéramos saber cuál es nuestro siguiente paso luego de llegar aquí —intervine reflexivo.

El siguiente paso es retornar… Ya llegaron y han cumplido el objetivo

—¿Cumplido el objetivo? —Inquirí, mientras la observaba confundido levitar sobre una gran roca.

Cuando tomaron la decisión de abandonar todo lo que los ataba al mundo de afuera por acceder al nuestro y contribuir con ello al cumplimiento de la Misión, sellaron con creces vuestra parte.

—Pero, ¿no teníamos que llegar más allá de lo que se había hecho en los viajes anteriores?

Amados, en verdad les decimos que nunca antes en la Misión alguien llegó tan lejos como ustedes… ¿Comprendes?
Cecea era quien me hablaba. Entonces comprendí que no podíamos evaluar un viaje como éste por las distancias físicas, como si se tratase de una carrera de aventura donde luego se confronta quién se internó más en la selva, o quién vivió mejores experiencias. En realidad se buscaba otra cosa…

—Lo que dijo Alcir era un acertijo, un juego de palabras para probarnos, ¿verdad? —consulté.

No exactamente. Alcir les habló con verdad y ustedes despertaron. Ahora retornarán al mundo, pero sin pertenecer a él…

—¿Y que sucedió con la información que nos entregarían? —preguntaba en relación a los diferentes mensajes que afirmaban la recepción de un importante archivo que custodia  la Hermandad Blanca del Paititi.

La poseen. Hemos depositado siete esferas de energía que contiene información relativa al Plan Cósmico y el programa de contacto en cada uno de ustedes. En Pusharo comprobarán lo que han recibido y empezarán a entenderDeben saber que ahora vuelven con la luz en vuestros corazones y nuestro total apoyo en su misión. Ya pueden regresar…

Luego de escucharla quedé muy contento, pero con cierta preocupación del mensaje recibido, ya que haría añicos nuevamente el esquema mental del grupo.

¿Deseas una corroboración? —intervino Cecea, interceptando mis pensamientos—. Vuelve, y al abrir los ojos verás la nave que materializaremos sobre ustedes, para que así estén seguros y no tengan dudas de lo que les decimos

En unos instantes más me encontraba en mi cuerpo, sin poder olvidarme cada palabra de la Guardiana de la Puerta. Entonces abrí los ojos y ante mi rostro demudado, de la nada “apareció” una nave —un objeto circular intensamente encendido en luz blanca—, exactamente sobre el grupo, emitiendo sus poderosas luces como llamando nuestra atención. Sin esperar mucho avisé a los muchachos, a pesar que aún seguían en estado de meditación, siendo Carlos y Maribel quienes vieron igual de sorprendidos la contundente manifestación de los Guías. Luego de unos segundos más —todo fue muy rápido¾ el objeto “desapareció” de nuestra vista, como si hubiese sido “tragado”. Realmente espectacular.

Inmediatamente compartí la experiencia con el grupo, percatándonos, y aún más para mi asombro, que no fui el único que recibió el mensaje de Cecea. La “Dama de Dávalos” había transmitido el mismo mensaje a otros miembros del grupo.

Fue cuando compartíamos todo esto que se mostró un segundo objeto, que inicialmente se hallaba suspendido sobre nosotros, como un lucero entre las estrellas, para luego moverse a gran velocidad describiendo una línea sinuosa y errática, siendo Nimer y Camilo los primeros en advertirlo. La emoción del grupo era muy grande. Todos empezamos a comprender lo que habíamos hecho. A entenderlo todo… Habíamos enfrentado la “Gran Prueba” que mencionó Alcir: habíamos ingresado al verdadero Retiro Interior. Por ello, el Maestro intraterrestre nos diría en Pusharo que las respuestas las hallaríamos dentro y no afuera.

Luego de reflexionar en todo esto nos acostamos, con la claridad de que el viaje aún no terminaba. Intuíamos que en Pusharo, a nuestro regreso del Mecanto, algo grande ocurriría; además, la misma Cecea lo había anunciado.

Muro de Pusharo

Pasamos una tarde silenciosa en el campamento base de Pusharo. Nos encontrábamos a puertas de vivir lo que algunos denominábamos “la experiencia de cierre” de tan impresionante aventura. Dejándonos llevar por una intuición poderosa, nos dirigimos al muro de los petroglifos cerca de las 6:30 p.m., silentes, atentos, percibiendo en cada paso la proximidad de los Maestros.

Cuando ya nos encontrábamos cerca de la roca, “algo” se cruzó frente a nosotros, alarmando de inmediato a quienes íbamos delante. Fue tan rápido que no pudimos percatarnos de los detalles, pero la impresión que algunos de nosotros tuvimos, era como la apariencia de un pequeño ser con manto blanco. Extraño.

 

Una vez que reanudamos la caminata a los petroglifos, recordaba que el mismo Casiano (nativo del lugar) afirmó haber visto “niños de blanco” acercarse al campamento. Además, ese mismo día, cuando nosotros nos hallábamos en el muro meditando —por la mañana al retornar de nuestra incursión al otro lado del Mecanto—, nuestro guía machiguenga observó dos luces salir del cañón y aproximarse a las tiendas, como buscando algo, para luego marcharse a gran velocidad en dirección a Aguaroa. “Las luces eran como sus linternas” —decía el nativo al describir su experiencia—.

Casiano es un hombre sensible, bondadoso y amable. Realmente parece un niño, y quizá por ello fue testigo de todas estas manifestaciones, como si fuese un mensaje para el grupo. Pensaba en ello cuando llegamos a los petroglifos. Y realmente la presencia que se sentía allí era impactante.

Luego de una meditación al pie de la roca sagrada, cada uno se fue acercando al muro, muchos arrodillándonos y pegando nuestra frente y manos en él, para dejarnos fluir y penetrarlo psíquicamente. Sentíamos que los Maestros nos hablarían, que estarían allí. Y no nos equivocamos.

Rápidamente nos vimos atravesando una intrincada red de túneles que nos llevaban a ciudades espléndidas en el mundo subterráneo, todas comunicadas entre sí. Seres sabios con apariencia de ancianos en túnicas blancas y doradas nos hablaban de su más preciado tesoro: El conocimiento.

Entre las informaciones que recibimos en ese inolvidable viaje de agosto del 2000, se nos dijo que Cecea, la Guardiana de la Puerta, tenía sus orígenes en Sirio. Y en relación a las esferas de energía que ella depositó en nosotros, se nos dijo que se trataban de emanaciones de información del Disco Solar del Paititi. Pero no sólo eran archivos de información, sino una especie de “llave” o “contraseña”, que al exponerse ante la energía de ciertos lugares sagrados de la Hermandad Blanca, se “activa”, permitiendo acceder a los más profundos secretos y verdades protegidas desde hace mucho.

Se nos habló, además, que a partir de marzo del 2001 terminaríamos de asimilar, recordar y comprender todo lo recibido, y que el lugar clave para ello sería el Monte Sinaí en Egipto, por cuanto en él se encuentra oculto un antiguo objeto sagrado que jugaría un papel gravitante para el futuro de la humanidad (Nota: el viaje a Egipto se hizo y ciertamente fue importante para seguir hilando todas estas revelaciones).

La Gran Triangulación de agosto de 2000, que había logrado tres expediciones simultáneas a Paititi, la Cueva de los Tayos y la Sierra del Roncador ¾por primera vez en toda la historia de la Misión¾ generaría importantes cambios en nuestro proceso como grupo de contacto. No era descabellado el pensarlo, teniendo en cuenta que diferentes mensajes de los Guías siempre aludieron a estos tres lugares y su marcada importancia para Sudamérica y el mundo. Algo sucedería al haber penetrado, simultáneamente, en sus territorios sagrados (Nota: una de  las consecuencias de estos viajes y el paso que dimos en ellos fue la posterior visita a una base orbital extraterrestre en febrero de 2001).

Sentimos como si hubiésemos abierto una puerta a nuevas experiencias e informaciones claves en nuestro proceso de contacto. Si no estábamos equivocados, debíamos estar preparados para ir rompiendo todos aquellos esquemas mentales que teníamos sobre la Misión, ya que iríamos despertando nuevos conocimientos que delinearían con mayor precisión el camino que ya veníamos transitando. Sentíamos que se produciría una definición y auto selección colectiva.

Al concluir nuestra experiencia de proyección en Pusharo, estas sensaciones, imágenes, e incluso las propias palabras de los Maestros, resonaban intensamente en nuestras mentes. Y, para coronar la situación, a mitad de nuestras primeras percepciones sobre lo que habíamos vivido en el muro, los matorrales empezaron a moverse… Unos firmes pasos quebraban el silencio. Entonces observamos personas con togas blancas abrirse paso entre la jungla, como rodeando al grupo, observándolo todo. Parecían estar hechos de luz. Caminaban despacio a nuestro alrededor mientras sus cuerpos nos irradiaban de una energía especial.

Pero uno de estos personajes no se movía. Vestido también de blanco, aquel hombre se encontraba de pie donde el muro se inicia, y definitivamente, se le podía notar con claridad, a pesar de hallarse ubicado tras unas lianas. Cuando me acerqué hacia él, dejándome llevar sólo por un impulso, noté que a diferencia de las contundentes proyecciones holográficas que rodeaban al grupo, este personaje se hallaba allí ¡físicamente! Era Alcir.

Entonces llamé a Maribel, que estaba a mi lado y que ya había detectado la presencia. Luego Carlos se integró y los tres nos aproximamos, viendo cómo el Maestro, que irradiaba una poderosa energía ¾al punto que hacía estremecer nuestros cuerpos¾ se alejaba a paso lento, como despidiéndose, ascendiendo la escarpada que conduce a una trocha que lleva hasta la misma cima del muro ¾unos 30 metros de altura¾, sacudiendo los matorrales para abrirse paso. Al parecer, sólo quería que le viéramos. Que estaba cerca, observando. No fue poco…

Decidimos entonces reunirnos los siete y no dispersarnos como suele suceder en experiencias como esta. Nimer también se nos acercó, visiblemente emocionado, pero no por las presencias, sino por una luciérnaga que se posó en su mano ¾y que nos mostró¾ luego de vivir un extraordinario encuentro con Cecea en el muro. Era gratificante comprobar que toda esta experiencia ¾a nuestro juicio la más importante del viaje¾ la vivía todo el grupo como una verdadera unidad.

Tan rápido como aparecieron aquellos hombres de blanco, se marcharon. Su proximidad, inexplicablemente, había producido un cambio en todo el lugar. Y también en nosotros. No sabría definirlo.

Al salir del muro, escudriñé el cielo abierto que se nos mostraba aquella noche. A voz en cuello le pedí a los Guías ¾los sentía cerca¾ que se mostrasen al grupo como una señal que respaldara el cumplimiento final de los objetivos del viaje y todo cuanto se nos dijo en el muro. Inmediatamente una nave encendió y apagó sus luces, como pequeños fogonazos, en una manifestación concreta y palpable.

¡Yo no lo vi! ¡Que se muestren otra vez! ¾Decían algunos a coro.

Honestamente no imaginé que lo volverían hacer, pero ni bien solicitamos una nueva señal, la nave se mostró en acto seguido, con sus intensas luces, y entonces todos la vieron. Si bien es cierto en estos años de Misión hemos aprendido que un avistamiento sólo confirma que hubo contacto, y que no respalda necesariamente el contenido de los mensajes ¾y esto hay que tenerlo siempre en cuenta¾, aquí la situación era muy distinta, por cuanto interactuábamos directamente con los Guías. La conexión era clarísima.

Contentos y visiblemente entusiasmados regresamos al campamento.

Al día siguiente regresaríamos al mundo que dejamos y en el cual aún teníamos mucho por hacer. Se nos había entregado un mensaje poderoso…

 

Reflexión:

Paititi no es sólo una supuesta ciudad perdida inca perdida en la selvas del Manú. Se trata de un santuario de la misteriosa Hermandad Blanca. Diversos grupos espirituales y de contacto han acudido a este lugar recóndito del Perú desde los años 50, procurando llegar a sus puertas. Pero nadie lo ha conseguido. Y ello no sucederá porque aún no es el momento. Primero debemos ingresar en nuestro propio “Retiro Interior personal”.

Sé que puede sonar ridículo viajar a un lugar tan alejado y peligroso para vivir experiencias espirituales y simbólicas que perfectamente podrían darse en cualquier otro punto menos comprometido. Si embargo, lidiar con esos ríos, piedras, lluvias torrenciales y largas caminatas, vuelve humilde al caminante y le hace ver cosas que en otros contextos no comprendería. Eso hace Paititi. Pero el viaje de agosto de 2000 no fue sólo “simbólico”. Hubo un encuentro físico con Alcir que advertía, a manera de acertijo, lo que implica “ingresar a la Hermandad Blanca”. La experiencia con Cecea en el astral también fue extraordinaria. Y la aparición de las naves, siempre ocurrió en los momentos exactos y de forma contundente. Todo este despliegue para recordarnos hacia adónde debíamos orientar nuestros esfuerzos.

 (Publicado originalmente en el libro “El Legado Cósmico”, de Ricardo González).

 

JUAN XXIII : UN PAPA CONTACTADO POR EXTRATERRESTRES

 

 


 



Se cree que en una caminata veraniega habría recibido la visita de un ser extraterrestre que le entregó importante información sobre el futuro de la humanidad. (TERRA.cl)


SANTIAGO, abril 12, 2005.- Se dice que en el año 1 935, mientras se celebraba un ritual de iniciación en un templo de Rosacruz, uno de los allí presentes se puso a hablar con una voz que no era la suya. El gran canciller de la Orden transcribió todo lo que el hermano decía y que en 1976 se público en un libro titulado “Le profezie di Papa Giovanni” y el hermano no era otro que Angelo Roncalli, arzobispo de Mesembria que más tarde accedería al pontificio con el nombre de Juan XXIII.


Juan XXIII ha sido considerado uno de los Papas más queridos de la Iglesia, este pensador y estadista comprendió que la estructura de poder del Vaticano estaba totalmente obsoleta y que la misma economía dentro de este Estado independiente llegaba a ser poco transparente. Sin embargo el esfuerzo que hizo fue en vano, ya que antes que establecer nuevas guías, falleció.


El día antes de ser ordenado sacerdote y de ser ungido como tal, el entonces joven Angelo Roncalli hizo en Roma algo muy extraño. Con el padre Luigi del Rosario recorrió la ciudad en un largo peregrinaje. Visitó primeramente San Juan de Letrán, la basílica de los misterios; allí subió de rodillas la escalinata santa, la que subió Jesucristo para presentarse a Pilatos, y que Elena, la madre del emperador Constantino mandó trasladar de Jerusalén a Roma.


Sin embargo, uno de los eventos que más han marcado la vida de Juan XXIII fue una extraña experiencia vivida en su estancia veraniega de Castel Gandolfo, en el año 1961. Aunque era un secreto a voces, su secretario personal decidió hacerla oficial 20 años después de la muerta del prelado.


"El Papa y yo estábamos caminando a través del jardín, una noche del mes de julio de 1961, cuando observamos sobre nuestras cabezas una nave muy luminosa. Era de forma oval y tenía luces intermitentes, de un color azul y ámbar. La nave pareció sobrevolar nuestras cabezas por unos minutos, para luego aterrizar sobre el césped, en el lado sur del jardín”, narró el secretario.


"Un extraño ser salió de la nave: tenía forma humana, a excepción de que su cuerpo estaba rodeado de una luz dorada y tenía orejas más alargadas que las nuestras. Su Santidad y yo nos arrodillamos. No sabíamos lo que estábamos viendo, pero supimos que lo que fuese no era de este mundo; por lo tanto debía ser un acontecimiento celestial."


“Rezamos y cuando levantamos nuestras cabezas, el ser todavía estaba allí. Esto nos comprobó que no era una visión lo que vimos. El Santo Padre se levantó y caminó hacia el ser”, añadió el asistente.


"Los dos estuvieron alrededor de 20 minutos uno frente al otro; se los veía gesticular como si hablaran, pero no se sentían sonidos de voces. Ellos no me llamaron, por lo que permanecí donde estaba y no pude oír nada de lo que hablaron", sostuvo el secretario.


"Luego, el ser se dio la vuelta y caminó hacia su nave y enseguida se elevó. Su Santidad dio media vuelta hacia mi y me dijo: ¡Los hijos de Dios están en todas partes; aunque algunas veces tenemos dificultades en reconocer a nuestros propios hermanos¡".


Aunque la experiencia parece increíble, el secretario nunca supo que fue lo que habló Juan XXIII con este misterioso ser, sin embargo siempre se ha especulado con algunas revelaciones que le habría hecho el visitante cósmico.


Cabe destacar también que luego de aquella experiencia eran continuas las manifestaciones de luces en los cielos mientras hacían sus paseos nocturnos, al parecer había una conexión muy directa entre estos seres y el monarca papal.


Apariciones divinas

Aunque la experiencia que lo relaciona con extraterrestres es la más llamativa, se sabe que este místico Papa habría tenido ciertos éxtasis en los que supuestamente vio a la Virgen María.


El primer encuentro entre Dios y Juan XXIII ocurrió el 12 de febrero de 1959, luego recibió otra visitas en donde Dios y la virgen hacían una revelación sobre el trágico futuro que le esperaba a la humanidad.


En este diario el Papa habla del asesinato de un líder político muy importante y de la entrada de un país muy poderoso en una guerra que nunca ganaría. También habla de los conflictos entre Israel y Palestina.


Juan XXIII menciona que Dios le obligo a guardar silencio hasta que llegue el momento adecuado.


Habla también de la caída del comunismo, de las guerras en varias naciones de la Europa del Este, de la terrible hambruna que asolara el planeta después de los años 90’s y de una nueva y terrible enfermedad que devastara el mundo a partir de 1984 (el Sida).


El 2 de Julio de 1962 recibió la ultima visita de la Virgen quien le dio noticias alentadoras para un mundo destruido, la alegría seria traída por extraños visitantes que aparecerán en la Tierra venidos de otros planetas, ellos vendrán a sembrar la paz. También se podrá ver en el cielo la imagen del Mesías. El anunciara el comienzo de un segundo paraíso en el planeta Tierra.


Mientras tanto la Iglesia no se pronuncia.

martes, 10 de mayo de 2022

La Shambala legendaria

 

 


 

En realidad, la búsqueda de Shambala en el Tíbet o donde quiera que la ubiquen no tendría sentido. ¿El motivo? Simple y sencillo, es un lugar que existe en un realismo místico, es decir, no está en el mundo físico.

En Shambala se puede estudiar con maestros espirituales que han trascendido el plano físico de la Tierra. Es decir, es un lugar en el que se aprende la alineación perfecta de cuerpo y espíritu, donde se encuentra la unidad de y con el universo.

Para la cultura tibetana, este es un reino oculto en el que viven seres perfectos o semiperfectos. Ellos guían la evolución humana a través del Kalachakra, que se considera como una gran rama esotérica del misticismo del Tíbet.

Pero, siendo Shambala un lugar no físico, ¿no sería posible que cada uno que sea capaz de encontrarse a sí mismo junto al universo pueda acceder a esta fuente de sabiduría? Al estar en un plano espiritual, en realidad, podría ser otra realidad, aunque quizás más alejada de la verdad, pero igualmente posible.

Sea como fuere, se dice que el Kalachakra ha estado en la India durante miles de años hasta que emprendió camino hacia el Tíbet en 1026. Entonces, fue cuando el concepto de Shambala volvió a retomar fuerza.

Desde ese momento y durante más de 900 años, los maestros del Tíbet han estudiado el Kalachakra, tal vez una búsqueda de Shambala interior que por mucho tiempo no se exportó fuera de las fronteras tibetanas.

Este misticismo tibetano cogía fuerza por medio del estudio, de la meditación, de la ciencia y de la astrología. Todo ello es óbice para guiar una vida plena, sabia y constante durante decenas, incluso centenares de años de sabiduría.

La búsqueda de Shambala en su versión más mítica y legendaria sigue siendo llamativa. Si observamos los textos tibetanos, encontramos que entramos en un terreno místico en detalle, pero de naturaleza física.

Para los tibetanos, Shambala es un loto de ocho pétalos, o sea, una comparación que la asemeja a un lugar con ocho regiones en total.

Además, cada una de estas zonas se rodea de un anillo de montañas, estando en el centro la parte más interna, que sería Kalapa, la capital.

A su vez, este centro estaría rodeado de montañas de hielo que lucen con luz cristalina con un fervor enorme.

Sin embargo, entramos en terrenos farragosos cuando hablamos de una Shambala mística y misteriosa y a la vez tecnológica. Y es que se supone con tiene unos avances que no son comprensibles para el ser humano.

A lo largo del palacio de Shambala encontramos claraboyas especiales cuyas lentes permiten observar la vida extraterrestre, pues son telescopios de una potencia cuya explicación escapa a la mente humana.

Es decir, que, durante años, tal vez siglos o milenios, los habitantes de este Shangri-La habrían estado investigando todas las formas de vida del universo.

También existen versiones que afirman que la ciudad posee un sistema de túneles subterráneos por los que transitan coches especiales. Mientras, por su cielo vuelan aviones de alta tecnología.

Y respecto a las gentes que se encuentran tras la búsqueda de Shambala, encontramos a seres que han visto la luz, por lo que su poder de clarividencia y su habilidad para moverse son desconocidas para nosotros.

Pueden desplazarse a gran velocidad e incluso materializarse a voluntad o desaparecer si así lo desean.

Es obvio que estamos hablando de un lugar especial. Para los tibetanos, Shambala está habitada por seres con poderes sobrehumanos.

El único dato veraz que podríamos disponer dependería del periódico hindú el Statesman, en cuyas páginas se afirmó hace más de 100 años que un comandante británico de acampada en el Himalaya vislumbró a un hombre vestido de claro, con pelo largo y gran estatura, que podría ser un habitante del verdadero Shangri-La. Pero no existe confirmación al respecto.

Según contaba la noticia, este gran hombre se sintió observado y desapareció por la ladera vertical del lugar. El comandante quedó asombrado, pero los tibetanos que lo acompañaban no. Le explicaron que era una de las personas encargadas de cuidar la tierra sagrada.

Siguiendo esta historia, autoras como la ya nombrada Alexandra David-Neel ha especulado sobre el tema en su obra.

Esta exploradora que pasó unos 14 años en el Tíbet exploró la zona del Himalaya en ese tiempo. Según su propia versión y vivencia, también observó a un hombre moverse con extremada velocidad.

A raíz de los escritos de David-Neel, estos seres poseían caras impasibles, en perfecta calma.

En sus rostros tranquilos se observaban ojos muy abiertos y miradas fijas y distantes, casi invisibles.

Al encontrarse con humanos, no solían correr, más bien se movían en base a saltos. Es decir, estaban dotados de una elasticidad superior que les permitía rebotar siempre que sus pies tocasen el suelo. En sus pasos largos se observaba la regularidad de un péndulo.

 

hermandad Blanca