jueves, 30 de octubre de 2008

BALBEK ¿Aeropuerto de los Dioses?



En el Valle de Beqaa, a unos 85 Kilómetros de Beirut(Libano), se hallaron unas imponentes ruinas que desafían toda lógica. Quizá si en 1759 no se hubiese producido allí un temblor de tierra, ahora sabríamos algo más sobre quienes fueron los constructores de este increíble lugar.
Se sabe que hace más de 2.000 años los romanos dieron vida a sus templos y en especial a uno dedicado a su deidad principal: Jupiter, aunque de éste únicamente se conservan 6 columnas de unos 20 metros de altura. Este templo se hallaba sobre una terraza –que los romanos ya encontraron allí- en la que se distingue una hilera de 9 bloques de 10 x4 x 3 metros y que pesan 300 toneladas cada uno. Además existen otros 6 bloques de 300 toneladas sobre los cuales se hallan situados otros 3 que reciben el nombre de Trilitrón (maravilla de las 3 piedras) y que miden 20 metros de alto, alcanzando un peso de ¡800 toneladas cada uno! Y todos perfectamente cortados.
Además, según recoge Alan F. Alford en su libro “Los Dioses del Nuevo Milenio” (Ed. Martinez Roca), estas gigantescas construcciones están unidas de forma tan minuciosa que sería ardua tarea introducir una aguja entre bloque y bloque (similitud con las construcciones Incas?).
Aparte de lo ya descripto, en una cantera situada a poca distancia de allí se puede apreciar la “piedra del Sur”, que mide 21 metros de largo por 5 de ancho y 4 de alto y pesa 1ñ000 toneladas (el equivalente a un Boeing 747).
Según un antiguo documento árabe hallado en Baalbek, el responsable de estas construcciones habría sido el Rey Nemrod, quien habría enviado a unos gigantes a reconstruir el lugar tras el diluvio Universal. Otra versión sostiene que el mismo Rey se habría rebelado contra su Dios y habría querido construir aquí nada más y nada menos que la Torre de Babel. Y una tercera leyenda relaciona este lugar con la denostada figura de Caín, quien habría sido responsable de la singular edificación en el año 133 de la creación después de sus discrepancias con Yahvé. El lugar añade la leyenda, habría sido poblado por seres gigantes.
Los romanos que sabían de la importancia de Baalbek, ubicaron allí a sus principales dioses, incluida la diosa voladora Inanna. Los Griegos designaban a Baalbek con el nombre de Heliópolis, la ciudad de Helio. Este era un Dios que tenía la facultad de surcar el cielo en su”carro” y Heliópolis era su lugar de reposo.
Baalbek se halla además, situada en un lugar equidistante entre las pirámides de Gizéh y el Monte de Santa Catalina en la Cordillera de Sinaí, formando un misterioso triángulo.
Por el momento , Baalbek, junto a tantas construcciones “inexplicables” están ahí desafiando nuestra razón y conocimientos.

Extracto de Revista Más Allá

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