Nos hemos olvidado de que, puesto que hemos sido creados a imagen divina, Dios está en nuestros corazones y somos criaturas de paz, seres de amor y divinidad.
Sólo hay una religión, la del Amor. Sólo puede haber una religión, porque sólo hay un Dios, el Dios de todos nosotros. Tenemos que amarnos los unos a los otros, porque el Amor es el camino. De lo contrario nos condenaremos a repetir curso tras curso, hasta que aprendamos la lección del Amor.
Sólo si nos deshacemos de nuestros miedos, si vemos a la gente de otras religiones como iguales, como almas como nosotros, que van camino del cielo, podremos amar en un sentido auténtico, incondicional.
Todos somos lo mismo, todos remamos en el mismo barco. En nuestras muchas reencarnaciones, hemos sido de todas las religiones, de todas las razas.
El Alma no tiene raza, no tiene religión. Sólo conoce el Amor y la compasión. Todos somos seres divinos. Hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado. Y para volver a casa tenemos que recordar el camino.
Brian Weiss
sábado, 4 de octubre de 2008
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