“El Guerrero de la luz lleva en sí la centella de Dios.
Su destino es estar junto con otros Guerreros, pero a veces se necesitará practicar sólo el arte de la espada, por eso, cuando está separado de sus compañeros, se comporta como una estrella.
Ilumina la parte del Universo que le fue destinada, e intenta mostrar galaxias y mundos a todos los que miran el cielo.
La presencia del Guerrero será en breve recompensada. Poco a poco, otros Guerreros se aproximan y los compañeros se reúnen en constelaciones, con sus símbolos y sus misterios”. De “Manual de los Guerreros de la Luz” de Paulo Coelho
miércoles, 26 de noviembre de 2008
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