sábado, 17 de septiembre de 2011
¿Sería posible clonar a Jesús?
Una página Web de EEUU (Clonejesus.com) anunciaba a mediados del año 2000 la intención de recaudar fondos con el propósito de intentar clonar a Jesús, empleando para ello las técnicas desarrolladas por el Instituto Roslin de Escocia. El proyecto se denominaba “Proyecto Segunda Venida” y proponía sacar el ADN de Jesús de las sagradas reliquias (Sábana de Turín y Pañolón de Oviedo).
Está idea no es nueva, hace algunos años, el novelista norteamericano John Case en su libro “El código del Génesis” planteaba la posibilidad de clonar a Jesús a partir de células tomadas de la Sábana Santa. Otro libro cuyo autor es Michael Cordy (“El Gen”), desarrolla una línea similar a la de Case en su libro.
La reliquia elegida para extraer la sangre de Jesús, sin duda sería “la Sábana de Turín”, no sólo porque se ha demostrado por múltiples análisis su autenticidad, sino porque en ella existen restos de hemoglobina, porfirina y suero de las diversas heridas del hombre que fue envuelto en la sábana. En base a estudios realizados por especialistas, sabemos que el tipo de sangre que aparece en la sábana es del tipo AB.
En noviembre del año 1998, un libro de Leoncio Garza-Valdés con el sugerente título de “El ADN de Dios”, manifiesta su convicción de que la Sábana Santa de Turín fue la mortaja de Cristo y que contiene la información genética de un varón que sufrió en sus últimos momentos elevada carencia de oxígeno (el PH de la sangre era 5 o sea sumamente ácido), lo que concuerda con el suplicio de la cruz, pues la muerte de Cristo se produjo por asfixia.
Pero, ¿cómo podemos estar seguros, que el ADN de la Sábana Santa de Turín es el de Jesús y no el de alguna alma piadosa qué se acercó a ella a lo largo de los siglos?. La solución pasa por comparar el ADN de la Sábana Santa con otra reliquia sagrada. Pues bien, esa reliquia está en España, en Oviedo, la capital de Asturias.
El sudario de Oviedo es un “trapo viejo, sucio y arrugado” de 855 x 526 milímetros. Está repleto de manchas de sangre del grupo AB (la misma de la Síndone) y de suero de un edema pulmonar (como corresponde a la muerte por crucifixión).
Hoy en día, es imposible clonar a Jesús, las actúales técnicas de clonación, usan células vivas y las encontradas en la Sábana Santa y el sudario de Oviedo, no lo están. Las células que hay no tienen núcleo, o bien están muertas; se necesitan técnicas que no existen todavía. Además, no está claro, que la clonación de las células de Jesús suponga el renacimiento de las cualidades “divinas” de este ser.
A través del contacto sabemos que Cristo va a volver cuando la Humanidad esté preparada y entienda su responsabilidad en el cambio planetario y dentro del “Plan Cósmico”. Para que esto suceda tenemos que asumir la responsabilidad personal y colectiva de cambiar la mentalidad del Mundo. Eso sólo lo lograremos unidos y haciendo todos lo mismo, que no es otra cosa que lo que Jesús enseño hace más de 2.000 años. No es necesario “clonar” a Jesús el Cristo, él está vivo y su retorno depende de nosotros y de nadie más.
Extracto de Revista “Más Allá”.
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