Sabemos, por experiencia propia, que el hombre necesita de vez en cuando sentirse niño otra vez, los Guías nos aconsejan en sus comunicaciones que “seamos como niños”. Buscar en nuestro interior la pureza que perdimos por vivir en una sociedad que sólo alimenta el materialismo; curiosear en nuestro pasado: ¿de dónde venimos? ¿qué somos? ¿a dónde vamos? ¿cuál es nuestra misión en la vida?.
Tenemos que tratar de dedicarle más tiempo a ese trabajo interior, tan necesario para despertar a la 4ª dimensión que ya está ahí. Desprendernos poco a poco de lo material como única forma de ser felices; esa no es la felicidad, es un espejismo creado para sacarnos de lo verdadero, de lo espiritual, de lo esencial (que es invisible a los ojos como diría el Principito).
Recordemos las palabras del Maestro Jesús: “Trabajen por el espíritu que lo demás os daré por añadidura”. Por eso lo del principio, “seamos puros como niños”, desarrollemos nuestras capacidades, busquemos el Amor y lograremos la felicidad eterna.
¡Qué la Fe, el Amor y la Paz estén con toda la Humanidad!
miércoles, 7 de septiembre de 2011
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