jueves, 11 de diciembre de 2008

Para Pensar: El labrador y el cofre



Hace mucho , mucho tiempo un labrador que trabajaba en su campo, oyó un ruido bajo la rueda del rastrillo del arado, miró con curiosidad y descubrió un cofre lleno de monedas de oro.
¡Qué suerte pensó! Que hacer con él. Se imaginó todo lo que podría comprar. Pero finalmente lo enterró muy profundo en su jardín, ese cofre de monedas de oro sería su seguridad en caso de una dura temporada.
Y tal seguridad cambio su carácter: de precavido se transformó en relajado, de gruñón pasó a a ser agradable y eliminó su intolerancia, de hecho, vislumbró una vida hermosa y feliz, sabiendo que aunque llegaran tiempos duros, podría hacerles frente.
Sus últimas horas llegaron y antes de morir, reunido a sus hijos y les reveló su secreto. Murió instantes después.
Al día siguiente sus hijos cavaron en el lugar indicado, encontraron el cofre, pero ¡qué sorpresa!, estaba vacío, pues las monedas habían sido robadas al labrador hacía más de 10 años.

No fue el hecho de ser rico lo que dio seguridad y felicidad al labrador, sino la “idea” de que tal riqueza y felicidad existían. No es el hecho en sí mismo sino su interpretación.
Recordemos ese poder que tenemos en cada momento, de cambiar nuestros pensamientos de negativos a positivos.

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