viernes, 26 de agosto de 2011

Los extraterrestres (Dioses?) en la historia humana:



Erich Von Daniken, en “Los carros de los Dioses” (1969), cree que en el pasado remoto, hace unos 30.000 o 50.000 años, el Planeta Tierra fue visitado por seres del espacio exterior, quienes tal vez crearon la Humanidad tal como la conocemos; después de propagar su simiente e importar conocimientos, partieron hacia las estrellas. El hombre primitivo los recordaba como “Los Dioses” que crearon la vida y enseñaron el método de civilización.
La historia de su visita a la Tierra se narra en mitos antiguos, en los confusos recuerdos de los pueblos que experimentaron esos contactos (Sumerios, Mayas, Egipcios, Incas, etc.).
El libro del Génesis, por ejemplo, informa acerca de la creación de la Tierra con absoluta exactitud geológica: ¿Cómo sabían los cronistas que los minerales precedieron a los vegetales y éstos a los animales?.
Ellos hacen el hombre “a nuestra imagen y semejanza”. Y cuando “los hijos de Dios vieron que las hijas del hombre eran bellas, las tomaron por esposas y las hijas del hombre les dieron hijos. Y los hijos se convirtieron en hombres”. Sus padres eran recordados como “los gigantes”, esos seres aparecen en la mitología de todo el Planeta, desde Oriente a Occidente, en las sagas de Tiahuanaco y en las epopeyas de los Esquimales. Deben haber existido.
Algo parecía faltar en la historia del desarrollo humano. El hombre evolucionó lentamente en millones de años. Entonces, de repente, dio enormes zancadas, un gran salto hacia adelante. Se convirtió en productor de herramientas, en agricultor, en pastor, en constructor de ciudades. El tamaño de su mente se duplicó; como si el cerebro humano hubiera recibido un estallido de radiación cósmica.
Existen pruebas de su presencia en la Tierra, por ejemplo, entre los elementos dejados por los Dioses hay baterías secas de electricidad que funcionan según el principio galvánico, se las exhibe en el Museo de Bagdad. Los perfectos cortes de las piedras que sirvieron para construir “La Gran Pirámide” o la Ciudadela de “Machu Pichu”, solo pudieron realizarse con herramientas de precisión.
Los extraordinarios conocimientos matemáticos y astronómicos de Mayas, Egipcios e Incas, entre otros pueblos, ¿cómo llegaron a ellos?. La llegada y partida de estos visitantes espaciales impresionó a los testigos. El Profeta hebreo Ezequiel, observó el aterrizaje de un sobrenatural vehículo que emitía rayos y levantaba nubes gigantescas de arena en el desierto. Oyó el gran ruido que hizo el vehículo cuando se elevó del suelo. Los Dioses incluso le dieron un paseo. El “Arca” del Antiguo Testamento, fue construida por Moisés según instrucciones exactas que recibiera de los Dioses; debió de estar cargada de electricidad, porque cuando Uzzah la tocó cayó muerto como fulminado por un rayo.
Los Esquimales observaron pájaros metálicos; en varios pasajes de la Biblia se hace referencia a los “carros de fuego” (naves?). El himno Ramayana de los Indios se refiere a Vimanas o máquinas voladoras, que navegaban a grandes alturas con la ayuda del Mercurio y un gran viento impulsor. Los famosos Frescos de Tassili pintados sobre rocas en el Sahara, representan hombres que lucen trajes espaciales con varillas como antenas que se proyectan desde sus cascos.
Von Daniken cita en sus libros, El Mapa de Piri Reis como evidencia de las visitas de extraterrestres en el pasado, porque los originales del mapa “deben haber sido fotografías aéreas tomadas a gran altura”. Un fragmento de este mapa fue hallado en Octubre de 1929 en el antiguo Palacio Imperial de Estambul. Está fechado en 1513 y firmado por Piri Reis, era un almirante turco, posiblemente de origen griego, experimentado navegante y cartógrafo. El “planisferio” de Piri Reis, representa las costas atlánticas del viejo mundo, las islas del Caribe, el Istmo de Panamá, Sudamérica y el continente antártico libre de hielo. Sus dibujos del continente americano parecen haber estado muy adelantados con respecto a los conocimientos contemporáneos, marcó 2 grandes ríos en la costa Este (posiblemente el Amazonas y el Río de la Plata) y ubicó la cadena montañosa de los Andes en la costa Oeste.
El mapa de Piri Reis presenta otra particularidad, cuando se lo mira desde su centro en Egipto, los continentes del sur se tornan crecientemente distorsionados y alargados, debido a la curvatura de la Tierra. Así es exactamente como se ve la Tierra desde las fotos satélites. Saque el lector sus propias conclusiones sobre el tema.
Extracto de “Grandes enigmas del Universo” de Rupert Furneaux.

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