miércoles, 4 de abril de 2012

La Vía Láctea: Nuestra burbuja en el Espacio



En una época lejana y tormentosa, donde la vida y la muerte solo estaban separadas por una membrana más delgada que una hostia, los hombres creyeron que el centro del Universo era la Tierra. Y que el Sol y las estrellas giraban alrededor de ella, que permanecía siempre inmóvil en el cielo.
Pero todo cambia y la idea de un cielo, simple, congelado en el tiempo, se modificó; y la Humanidad por fin comenzó a comprender como era el Mundo, el complicado espacio que habitaba.
Desde los tiempos de Galileo y hasta mediados del siglo XX, el desarrollo de los telescopios ópticos permitió ir afinando una concepción cada vez más acabada sobre la distribución, las características y el comportamiento de los cuerpos celestes, estrellas y Planetas.
Hoy las observaciones con rayos infrarrojos y las nuevas técnicas de indagación del Cosmos están permitiendo vislumbrar la historia, la estructura y el posible desarrollo de un Universo que nos incluye inexorablemente y que dista mucho de ser la armoniosa danza de los Astros que nos hablaba la ciencia del siglo XIX.
Nuestra Galaxia presenta variaciones de composición, densidad y temperatura mucho más extremas que lo que se suponían. Hoy sabemos que la vía láctea es una Galaxia en espiral, que a partir de un centro densísimo (presuntamente un agujero negro), se abren varios brazos que incluyen las constelaciones más conocidas. Su tamaño es de 100.000 años luz de diámetro. Nuestro sistema Solar se encuentra en el brazo de Orión que corre entre el de Sagitario y el de Perseo. El inmenso plato espiralado que es nuestra galaxia está formado por burbujas de muy tenue material interestelar separadas por membranas más densas compuestas de hidrógeno.
Es en el interior de estas burbujas donde se encuentran los Planetas y las Estrellas. Nuestra vía láctea habría nacido luego de la explosión de una supernova hace 300.000 millones de años, el pulsar denominado Geminga sería el cadáver de esa supernova.
Pero no todo está tranquilo en el Universo, nuestra burbuja vecina nos está empujando por la presión que ejercen las estrellas jóvenes de la Constelación de Orión (entre las que se encuentran las 3 Marías). Las avanzadas de Orión (que se desplazan a una velocidad de 20km. por segundo) ya están llegando al Sol y se calcula que en 10.000 años más su hidrógeno empezará a barrer el oxigeno de nuestra atmósfera. Para entonces, la Humanidad ya habrá emigrado en busca de un Planeta más joven y más seguro.

Libro de consulta: “La guía de la Galaxia” de Nigel Henbest y Healther Couper.

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