martes, 2 de junio de 2020
EDITORIAL: mayo -Junio 2006
Uno de los numerosos beneficios que tiene la Meditación es que nos permite distinguir con claridad entre lo que es importante y lo que es accesorio en nuestras vidas. Esto ocurre cuando descubrimos que somos inmortales; cuando nos damos cuenta que existe otra posibilidad, otra vida. El saber que somos seres espirituales viviendo una experiencia material produce cambios profundos y nos permite valorar otras cosas, como el Amor, las relaciones humanas, los afectos, etc.
Además nos damos cuenta que estos nuevos valores constituyen la base de la felicidad y nuestras prioridades cambian. Nos convertimos en personas más pacientes y tranquilas y la paz interior se expande dentro nuestro. Los obstáculos de la vida se convierten en posibilidades de aprender y evolucionar; después de todo somos eternos, seres espirituales que buscan volver a unirse con su creador, siempre amados y nunca solos.
Dediquemos el tiempo necesario a la Meditación y así lograremos avanzar en el camino espiritual,
¡Qué así sea!
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