viernes, 1 de junio de 2012

El relato del único testigo vivo del caso Roswell:



El único testigo del caso Roswell se llama Gerald Anderson, tiene 61 años y vive en Springfield, Missouri, Estados Unidos. Durante más de 40 años se mantuvo en silencio por “miedo a las represalias” hasta que en 1990 se animó a hablar y decidió contar su increíble experiencia. En 1947 Anderson vivía en Nuevo México, tenía apenas 5 años y medio, y junto a su padre, su hermano, su tío y su primo vivió una experiencia que nunca olvidará. Su relato fue sometido a un detector de mentiras y a pruebas regresivas bajo hipnosis. Nunca se contradijo. Esta es su verdad sobre lo que ocurrió realmente el 3 de Julio de 1947 en las planicies de San Agustín, Roswell, Nuevo México.
“Nos dirigíamos junto con mi padre, mi tío y mi hermano mayor y mi primo a la granja de unos amigos de mi familia; cuando mi primo Víctor vio algo raro, estábamos a unos cien metros de un objeto plateado y circular que estaba como clavado en ángulo en la tierra. Alrededor del objeto había vegetación quemada y algunos arbustos que todavía ardían. “Aquí se estrelló algo -dijo papá- no sé si es un dirigible o algo así”. En ese momento estábamos como a unos 20 metros del artefacto y allí fue cuando mi hermano gritó: “¡Esta es una nave espacial... son marcianos!”. Entonces empezamos a enloquecer, caminando, hablando entre nosotros y dando vueltas alrededor del disco. De pronto sentí mucho miedo. Sobre todo cuando vi a tres de las criaturas tendidas en el suelo, junto al disco volador. Otra estaba sentada. Dos de los que estaban tirados, directamente no se movían. Tenían vendas por todos lados y uno llevaba todo el brazo vendado. El que estaba sentado se puso de pie y estaba como ayudando a los demás con las vendas. Uno de los que estaba tirado respiraba entrecortadamente, de manera muy inusual. Era obvio que tenía mucho dolor. Los otros dos permanecían inmóviles. El único que se movía, como dije al principio, era el que estaba sentado y al vernos se asustó. Comenzó a retroceder, presa del pánico. El más excitado era mi primo Víctor, que saltaba de un lado a otro, metiéndose por todas partes entre confundido y temeroso. Mi hermano Glenn estaba mirando el disco y saco del paso a Víctor, quien estaba metiendo su cabeza por la rajadura que la nave tenía al medio, para sentarse luego sobre la misma, con una pierna adentro y otra afuera del plato volador.
Mientras tanto, papá y Ted estaban arrodillados al lado de la criatura que estaba viva y trataban de hablarle. La criatura no respondía y cuando alguien se movía, la criatura se espantaba, retrocedía y levantaba sus manos, como temerosa. Parecía estar bien aunque había un par de roturas en su uniforme. En cambio, sus compañeros estaban visiblemente heridos, y sus uniformes estaban destrozados. Sin embargo, no vi nada que pareciera sangre. Lo que sí había era una caja de metal cerca del que estaba con vida, dentro de la que vi vendas como las que había sobre los cuerpos. Toqué a una de las criaturas y no se movió, por la manera en que tenía los ojos, como mirando al vació, me pareció que estaba muerto.... Recuerdo haber puesto la mano sobre el disco y estaba frío, como si estuviera refrigerado, a pesar de los 45° de calor en el desierto.
¿Cuán cerca estaba usted del extraterrestre vivo? Yo diría que a menos de un metro. No me acerque tanto como papá y mi tío. Ellos estaban agachados a su lado, en un momento mi tío Ted lo tocó en el hombro, como tratando de consolarlo. A esa altura la criatura ya no retrocedía con temor. Miraba a todos lados y a cada uno de nosotros, como si estuviera tratando de observar a todos simultáneamente. Actuaba como un gato rodeado de chicos traviesos. A mi me miró varias veces. Sin embargo, parecía sentirse incómodo, aún cuando estaba calmo.
¿Fue usted detrás del disco? Fui, porque mi hermano Glenn ya estaba allí. En realidad, quería saber que hacía mi hermano, quien estaba metiendo la cabeza por la rajadura para ver que había dentro. También alcance a ver lo que había adentro del disco. Parecían como componentes eléctricos, electrónicos, de propulsión, que sé yo. Estaban todos conectados entre sí por cables que colgaban hacía afuera de la rajadura. Tenían luces que prendían y apagaban y otras que titilaban. En el centro de la nave había algo así como jeroglíficos de color rosa,aunque como sellados sobre fondo marrón. Algunas luces se apagaban y prendían, unas de color verde y otras de ámbar.
¿Cuán grande era la rajadura? Yo diría que de unos tres metros. Comenzaba casi desde la parte más baja del disco e iba casi hasta la cima de la bóveda superior; estimo que tenía alrededor de un metro de ancho. La rajadura era elípticamente vertical, como un paréntesis gigantesco. Lucía como si adentro hubiera explotado algo, abriéndola y doblando su metal exterior, dejándole bordes muy filosos. También había un olor muy fuerte, parecido quizás a alcohol. Eso fue lo que motivó a mi padre a repetirle a mi hermano mayor que se apartara. Fue en ese momento que un grupo de 5 estudiantes universitarios y su profesor se acercaron al lugar; estaban realizando una excavación arqueológica a pocos kilómetros de allí, y vieron caer lo que pensaron era un meteorito y se largaron a inspeccionar. Primero se sorprendieron y luego entraron en shock. Recuerdo que el profesor le dijo a papá que hablaba varios idiomas y trato de comunicarse con el extraterrestre, pero sin éxito.
¿Qué pasó después? Llegó el ejército y empezó el terror. El que daba las órdenes era un pelirrojo de malos modales, mandón y omnipotente. Rodearon todo, apartándonos con la culata de sus fusiles y ordenándonos que no abriéramos la boca. En pocos minutos aquello parecía una invasión. A papá le dijeron que si hablábamos de esto con alguien nos enterrarían vivos en el desierto. Yo dije que tenía sed y me negaron agua. Nunca lo voy a olvidar. Nos ordenaron: “¡Váyanse por allí, no miren para atrás y no abran la boca!”. Mientras nos íbamos en el auto, vimos cientos de soldados en camiones y aviones que habían aterrizado en la ruta”. Extracto de Revista “Conozca Mas”.

No hay comentarios: