miércoles, 6 de junio de 2012
Cromoterapia: Luces y colores que curan (segunda parte)
La terapia de luz y color se basa en que los seres humanos somos el arco iris. Entonces, las personas más enérgicas y eléctricas necesitarán más rojo para su actividad diaria, mientras que las que son más pensantes y sedentarias, demandarán más violeta.
Cada color con su beneficio:
Naranja: Simboliza el amanecer y el tiempo del despertar. Relacionado con el Chakra umbilical o sacro. Actúa sobre la cordialidad y la bondad. Alivia el cansancio, sirve para el tratamiento de los cálculos de vesícula, problemas respiratorios como la bronquitis, la artritis y el reumatismo. Estimula la producción de leche materna, activa la flora intestinal y es un poderoso antiespasmódico. Es el color más eficaz contra la depresión.
Violeta: Es el color del invierno. Está relacionado con el Chakra de la coronilla de la cabeza. Permite el enlace de nuestra mente con planos superiores de conciencia. Ayuda a la meditación, activa la imaginación y la intuición. Trata desordenes mentales, dolores de cabeza o migrañas. Reduce la retención de líquidos. Es un buen germicida. Sirve para tratamientos de fiebre, congestión y erupciones.
Amarillo: Es el color de los cambios de estación. Simboliza el estado de alerta. Afecta al Chakra del plexo solar. Tiene correspondencia con el sistema nervioso y actúa en el aprendizaje y la atención. Estimula las facultades mentales, el entusiasmo por la vida y la confianza, por lo que es útil frente a la depresión. Sirve para tratar enfermedades de la piel, diabetes y problemas digestivos. También para limpiar y eliminar toxinas del hígado y de los intestinos.
Verde: Es el color de la primavera y de la naturaleza en general. El verde brillante simboliza la vida nueva, la regeneración de las células, las plantas, etcétera. Se relaciona con el Chakra del corazón y equilibra el sistema nervioso autónomo. Es un poderoso calmante del sistema nervioso. Como es un color esperanzador, ayuda a reducir la ansiedad y normalizar el ritmo del sueño; por eso sirve para tratar casos de insomnio, cansancio y neuralgia. Se utiliza como reconstructor de los tejidos muscular y óseo.
Rojo: Es el color del verano. Está asociado con el Chakra coxígeo, de base o de raíz, al que se le atribuye la regulación de la vitalidad y la energía. Se relaciona con la pasión, la fuerza, el emprendimiento y la acción. Sirve para tratar la anemia, los estados melancólicos y la depresión, los eccemas, el acné, las quemaduras de sol y la celulitis. Estimula el apetito, da energía y agiliza el flujo sanguíneo.
Celeste: El color del otoño y de la paz. Le corresponde el Chakra de la garganta, y está asociado con el poder de la palabra y la voluntad. Produce un sentimiento de serenidad y tranquilidad, es un tónico general, reduce la tensión muscular, la irritabilidad y la fragilidad cutánea. Trata también la faringitis, la ronquera y, en general, todas las enfermedades de la garganta. Se utiliza para quemaduras, problemas de piel, cataratas y vómitos.
Azul índigo: Asociado al Chakra de la frente, comúnmente llamado “tercer ojo”, simboliza la creatividad y la inspiración. Se utiliza para tratar desórdenes de la audición, pérdida de olfato y enfermedades de la vista. Purifica la sangre y reduce el sangrado. Promueve la tonicidad muscular. Es un poderoso relajante, reduce el apetito, y sirve para tratar el asma e inflamaciones en garganta y nariz.
Extracto Revista “Salud Alternativa”.
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