Los sumerios era un pueblo de origen incierto que comprendía la parte sur de la antigua Mesopotamia. Sus ciudades más importantes fueron Lagash, Kish, Uruk, Ur Umma, Nippur y Shuruppak; y se desarrollaron como civilización entre el 2250AC y el 1950AC.
Los sumerios crearon una brillante civilización: inventaron la escritura cuneiforme sobre tablillas de barro y la numeración decimal, que sustituyeron por la sexagesimal. El desarrollo científico fue obra de los sacerdotes y estuvo vinculada a la religión. Dividieron el día en 24 horas, la hora en 60 minutos y el minuto en 60 segundos. Imaginaron la semana de 7 días y dividieron el año en 12 meses lunares (por lo que obtuvieron 1 año más corto que el solar).
La astrología tuvo considerable importancia según el curso de los astros, los sacerdotes podían predecir los acontecimientos. Pensaban que el destino de cada humano dependía de la posición de los astros el día de su nacimiento. De acuerdo a esto se podía hacer su horóscopo personal.
Son notables sus obras de regadío y canalización, su arquitectura de adobe, ofrece un santuario en terraplén (zigurat) destacan su orfebrería y bajorrelieves. Eran de rostro ancho, nariz muy pronunciada y usaban la cara y la cabeza rapadas por completo.
Los “Hermanos Mayores” nos cuentan que el plan cósmico dispuso la actuación de los 144 instructores galácticos en la zona de Mesopotamia. Al principio todo funcionó, actuando ciertas personas llamadas “patesis” como intermediarios de los instructores, pero ha pesar de haberlo evitado, los instructores crearon dependencia se habían establecidos lazos emocionales y afectivos difíciles de romper. Esto fue aprovechado por los satánicos para crear caos y guerras. Con el tiempo Sumeria dividida y enfrentada a otros pueblos (como los acadios) fue desapareciendo poco a poco.
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