Según las leyes de la física, comprobada por los experimentos en el túnel aerodinámico, la abeja no debería volar, puesto que el tamaño, el peso y la configuración de su cuerpo no guardan la debida proporción con el largo de sus alas. Pero la abeja, que ignora éstas verdades científicas, se lanza a volar. Y no sólo vuela, sino que fabrica todos los días un “poquito de miel”.
A veces nos resulta difícil encontrarnos haciendo un “poquito de miel” todos los días. Pero desafiando la física de los tiempos y utilizando la voluntad podemos ir abordando la vía adecuada para transitar nuestro plano espiritual y acercarnos cada vez más a la perfección. Además aportamos algo sobre los sumerios un pueblo que tiene mucho que ver con el “Experimento Humano” en la Tierra.
Hasta el mes de Diciembre y que LA LUZ nos acompañe a todos!!!
viernes, 16 de marzo de 2012
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