jueves, 13 de mayo de 2010

Sobre el origen de la Tierra, antes de la aparición del hombre...



“He aquí el relato de cómo todo estaba en suspenso, todo tranquilo, todo inmóvil, todo apacible, todo silencioso, todo vacío, en el cielo, en la tierra. He aquí la primera historia, la primera descripción. No había un solo hombre, un solo animal, pájaro, pez, cangrejo, madera, piedra, caverna, barranca, hierba, selva. Sólo el cielo existía.
La faz de la Tierra no aparecía; sólo existían la mar limitada, todo el espacio del cielo. No había nada reunido, junto. Todo era invisible, todo estaba inmóvil en el cielo. No existía nada edificado.
Solamente el agua limitada, solamente la mar tranquila, sola, limitada. Nada existía. Solamente la inmovilidad, el silencio en las tinieblas, en la noche. Sólo los Constructores, los Formadores, los Dominadores, los Poderosos del cielo, los Procreadores, los Engendradores, estaban sobre el agua, luz esparcida.
Entonces vino la Palabra; vino aquí de los Dominadores, de los Poderosos del cielo, en las Tinieblas, en la noche. Entonces celebraron consejo sobre el alba de la vida, quien sostendría, nutriría, “Tierra” dijeron y en seguida nació. Solamente una niebla, solamente una nube fue el nacimiento de la materia. Entonces salieron del agua las montañas: al instante salieron las grandes montañas. Solamente por Ciencia Mágica, por Poder Mágico. Primero nacieron la tierra, los montes, las llanuras; se pusieron en camino las aguas; los arroyos caminaron entre los montes; así tuvo lugar la puesta en marcha de las aguas cuando aparecieron las grandes montañas.
Así fue el nacimiento de la tierra cuando nació por orden de los Espíritus del Cielo, de los Espíritus de la Tierra, pues así se llaman los que primero fecundaron, estando el cielo en suspenso, estando la tierra en suspenso en el agua; así fue fecundada cuando ellos la fecundaron: entonces su conclusión, su composición, fueron meditadas por ellos”.

Extracto del “Popol-Vuh”.

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