sábado, 1 de mayo de 2010
Para Pensar: Carta de un amigo
En estos días la gente hace muchas compras, hay anuncios en la radio, en la televisión y, en todas partes, no se habla de otra cosa, si no de lo poco que falta para que llegue ese día. Como tú sabes, hace muchos años empezaron a festejar mi cumpleaños.
La gente se reúne y se divierte mucho, pero no sabe de qué se trata. Recuerdo el año pasado, al llegar el día de mi cumpleaños, hicieron una gran fiesta en mi honor. Había cosas muy deliciosas en la mesa, todo estaba decorado y recuerdo también que había muchos regalos; pero... ¿sabes una cosa? Ni siquiera me invitaron. Yo era el invitado de honor y ni siquiera se acordaron de invitarme.
La verdad no me sorprendí, porque en los últimos años todos me cierran la puerta y como no me invitaron, se me ocurrió entrar sin hacer ruido. Entré y me quedé en un rincón. Estaban todos bebiendo, había algunos ebrios contando chistes, riéndose. La estaban pasando en grande.
Llegaron las doce de la noche y todos comenzaron a abrazarse; yo extendí mis brazos esperando que alguien me abrazara y... ¿sabes? Nadie me abrazó... De repente todos empezaron a repartirse los regalos, uno a uno los fueron abriendo, hasta que se abrieron todos, me acerqué para ver si de casualidad había alguno para mí.
¿Qué sentirías si el día de tu cumpleaños se hicieran regalos unos a otros y a ti no te regalaran nada? Comprendí entonces que yo sobraba en esa fiesta, salí sin hacer ruido, cerré la puerta y me retiré.
Cada año que pasa es peor, la gente sólo se acuerda de la cena, de los regalos y de las fiestas, y de mi nadie se acuerda. Quisiera que esta Navidad me permitieras entrar en tu vida, quisiera que reconocieras que hace casi más de dos mil años vine a este mundo para compartir contigo el Poder del Amor.
Voy a contarte algo, he pensado que como muchos no me invitaron a su fiesta, voy a hacer la mía propia, una fiesta grandiosa como la que jamás nadie se imaginó, una fiesta espectacular...
Todavía estoy haciendo los últimos arreglos, por lo que este año estoy enviando muchas invitaciones y en este día, hay una invitación para ti, sólo quiero que me digas si quieres asistir, te reservaré un lugar, y escribiré tu nombre con letras de oro en mi gran libro de invitados, en esta fiesta solo habrá invitados con previa reservación.
Prepárate porque cuando todo este listo, daré una gran fiesta. Hasta
pronto... Tu amigo, Jesús.
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