lunes, 24 de octubre de 2011

Un poco de Historia: La Atlántida: La eterna búsqueda (2° entrega)



El mundo está lleno de sitios, regiones y estructuras misteriosas que excitan la imaginación y llevan a especular sobre sus orígenes y propósitos. Algunos de ellos nunca fueron vistos, otros son altamente visibles pero no menos inescrutables.
De todos los lugares mágicos, el más enigmático es la perdida isla de la Atlántida. Tema de más de 2000 libros, innumerables artículos y poemas, la Atlántida ha sido rastreada en una larga lista de sitios y regiones del mundo, entre ellos la mayoría de los océanos y continentes, cordilleras como las montañas Atlas del norte de África, desiertos como el de Sahara, islas como Malta en el Mediterráneo, Bimini en el Caribe, Canarias en el Atlántico y ciudades como Cartago en el golfo de Túnez y Cádiz en el sudoeste de España.
La presunta civilización de la Atlántida desde hace mucho tiempo desaparecida de la Tierra, ha sido ensalzada como precursora de muchas civilizaciones (griega, egipcia, maya, azteca, etc.). La 1° descripción conocida de la Atlántida pertenece al filósofo griego Platón, que vivió aproximadamente entre 428 y 348 AC, en sus diálogos (Timeo y Critón) nos deja una descripción del continente perdido de la Atlántida. Según el relato, la diosa de la sabiduría, habría fundado una ciudad que produciría “hombres de mayor sabiduría” y del “más alto coraje”. Más allá de “las columnas de Hércules” (como se llamaba antiguamente al estrecho de Gibraltar) había una amenazante isla del tamaño de África del Norte y Asia Menor sumadas. En la isla-continente “un gran poder maravilloso” había surgido. Esta era la Atlántida, y sus reyes habían extendido su influencia profundamente en el Mediterráneo y tan lejos como hasta Italia central y Egipto. Los atlantes buscaban “arrogantemente” controlar el mundo entero y por eso fueron castigados con violentos terremotos e inundaciones que destruyeron y hundieron todo el continente de la Atlántida bajo el mar, todo en el devastador lapso de un día y una noche. Pero le cabría a Critón, en el diálogo que lleva su nombre, describir al continente en detalle. En efecto, la cantidad y la calidad de la información le otorgó a la descripción de Platón gran parte de su duradera verosimilitud; ese tono de certeza perduró como un desafío a lo largo de más de 2000 años.
Hoy, por supuesto, pocas personas creen en Poseidón, el dios griego del mar o en cualquier otro personaje del nutrido panteón griego. Pero Platón habló con bastante naturalidad en función de los orígenes divinos de la Atlántida (¿?).
Durante la Edad Media, los estudiosos europeos pusieron su atención casi exclusivamente en los temas mundanos a la teología y a los asuntos de la Iglesia. Todo lo que venía de Grecia y de Roma era “lo pagano” y por lo tanto prohibido por la Iglesia Católica. Pero a la llegada del renacimiento muchos pensadores retornaron con avidez a los textos de Grecia y Roma y allí, una vez más, se encontraron con la Atlántida. Mientras tanto los navegantes exploraban los océanos hacia el oeste.
Para la época de Colón ya los cartógrafos habían dotado al Océano Atlántico de islas, tanto reales como imaginarias, entre ellas Avalón (la legendaria isla del Rey Arturo) y los archipiélagos de las Azores y las Canarias (que algunos piensan podrían ser restos de la hundida Atlántida).
Con el descubrimiento de América, muchos creyeron ver lo que había sido la antigua Atlántida. Un español, Francisco López de Gomara, lo sugirió por 1° vez en 1553 y Sir Francis Bacón adopto la idea al escribir “La Nueva Atlántida”, una novela utópica. A medida que pasaba el tiempo y se profundizaban los conocimientos geográficos, tales nociones empezaron a considerarse cada vez más exóticas. Fue Ignatius Loyola Donnelly, nacido en Filadelfia en 1831 quien rescató del olvido a la civilización perdida de la Atlántida. En algún momento de 1870, luego de leer “20.000 leguas de viaje submarino” de Julio Verne, se sintió profundamente fascinado por la Atlántida. (Continuará).
Extracto de Biblioteca Conozca Más: serie Misterios de lo desconocido.

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