jueves, 6 de octubre de 2011
El simbolismo de la catedral de Chartres
La ciudad de Chartres se extiende junto al río Eure, en una fértil llanura a unos 90kms. de Paris. Su catedral es uno de los edificios mas venerados y misteriosos de la cristiandad, entre otras razones, por el lugar donde está ubicada. Se creía que la colina de Chartres era en importante foco de energía que, manaba de la tierra, estás corrientes telúricas revitalizaban al que tomase contacto con ellas.
Los druidas (sacerdotes celtas) establecieron una escuela en Chartres y el lugar se convirtió en un centro de enseñanza druídica.
Cuando los primeros cristianos llegaron a Chartres en el S.III construyeron una iglesia dedicada a la Virgen, como lo estarían todas las demás construidas.
En total hubo 6 iglesias sucesivas; el fuego destruyó las 5 primeras, pero siempre se levantaba una nueva para celebrar la fe. La construcción de la 6° y definitiva catedral gótica que aún sigue en pie, está envuelta en el misterio. De los fragmentos de información disponible se desprende una historia asombrosa; comienza con San Bernardo de Claraval, fundador de la orden cisterciense, quien envió a 9 caballeros a Tierra Santa a buscar los secretos que se creían enterrados en el Sancta Sanctorum del templo de Salomón, en Jerusalén. Adquirieron renombre como caballeros templarios y luego de 10 años regresaron a Francia en el 1128.
En esta época comenzó a florecer la arquitectura gótica, pero nadie sabe de donde. ¿Habían descubierto los templarios la clave de algún conocimiento secreto? ¿Fue el estilo gótico el resultado de la búsqueda de los templarios? ¿Es posible que los templarios encontraran los restos del Arca de la Alianza de Moisés o los secretos encerrados en ella?
En cualquier caso parece indudable que los albañiles, vidrieros, escultores, astrónomos, geómetras y otros especialistas crearon un santuario tan increíble que pocas personas pueden entrar en el sin conmoverse, pues sus proporciones, orientación, situación geográfica y simbolismo estaban calculados para estimular la psique y relajar el espíritu. La catedral es un foco de acción espiritual, se afirma que tiene el poder de cambiar a las personas y transportarlas a un estado espiritual más elevado. Louis Carpentier, investigador de Chartres, ha escrito: “Fisiológicamente, las corrientes telúricas y las de otro tipo, solo pueden ingresar a nosotros a través de una columna vertebral erecta y vertical. El hombre sólo puede ascender a un estado superior manteniéndose erguido”.
Los peregrinos que entran a la catedral por el gran pórtico occidental experimentan la necesidad de enderezarse, con la cabeza erguida, como si se lo preparara para la inspiración divina que llega de arriba. Luego de pasar el laberinto de 13 metros de diámetro grabado en las losas del suelo, el peregrino se hace más sensible al poder acumulado en la enorme cámara de la catedral.
Al llegar al punto central del crucero, el peregrino recibe oda la fuerza alquímica de la luz que emana de las 3 vidrieras policromadas y así experimentaba toda la sensualidad de la catedral.
Entre otros de los misterios, la catedral de Chartres, guarda una losa rectangular, colocada oblicuamente respecto de las demás, en el ala occidental del crucero sur. A mediodía del solsticio de verano, un rayo del Sol atraviesa un cristal transparente de la vidriera policromada de San Apolinar e ilumina exactamente la losa. El plano de la catedral se diseño sin duda con proporciones que seguían la ley del número de oro (1.618) y las distancias entre los pilares y las longitudes de la nave, los cruceros y el coro, son, todas, múltiplos del número de oro.
Extractado del “Atlas de lo Extraordinario y Misterioso”.
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