viernes, 25 de agosto de 2017

Ciudades Sagradas del Mundo : Lhasa

Es la capital de la Región Autónoma del Tíbet, en la República Popular China. Se encuentra situada en la Meseta Tibetana, rodeada por las montañas del Himalaya. Cuenta con una población de alrededor de 250.000 habitantes. Se encuentra a una altitud de 3.650 metros sobre el nivel del mar, en el valle del río Brahmaputra, siendo la segunda ciudad más alta de Asia y una de las más altas del mundo, tanto que la cantidad de oxígeno disponible es sólo un 68% del disponible a nivel del mar.1
La ciudad es la sede tradicional de los lamas y lugar donde se encuentran los palacios de Potala, Norbulingka y el Templo de Jokhang, incluidos en el Patrimonio de la Humanidad2 y es considerado por el budismo tibetano como el centro más sagrado en el Tíbet.
Lhasa quiere decir "Lugar de los Dioses", aunque antiguos documentos tibetanos e inscripciones han demostrado que hasta principios del siglo VII el lugar se llamaba Rasa, que significa "lugar de cabra".
Limita al norte con la prefectura de Nagou, al este con la prefectura de Nyingchi, al sur con la prefectura de Shannan, y al suroeste con la prefectura de Xigaze.


A mediados del siglo VII, Songtsän Gampo se convirtió en el líder del Imperio Tibetano, que se había elevado al poder en el valle del río Yarlung. En el año 641 d. C., Songtsän Gampo, que para entonces había conquistado toda la región tibetana, se casó con la princesa Bhrikuti de Nepal y la princesa Wen Cheng de la corte imperial Tang. A través de estos matrimonios, se convirtió al budismo y procedió a la construcción de templos Ramoche y Jokhang en Lhasa para albergar dos estatuas de Buda, traídas a su corte por las dos princesas. Los documentos de la dinastía Tang reflejan que el imperio de Songtsän Gampo era mayormente nómada y que mantenía audiencias en grandes tiendas móviles resplandecientes.
Desde la caída de la monarquía a la adhesión del 5º Dalai Lama, el centro del poder político en la región tibetana no se encuentra en Lhasa.4 Sin embargo, la importancia de Lhasa como lugar religioso se hizo cada vez mayor con el avance de los siglos. Es conocida como el centro del Tíbet, donde Padmasambhava inmovilizó por arte de magia a la "demonia" de la tierra con la fundación del Templo de Jokhang, construido sobre su corazón. En el siglo XV, la ciudad de Lhasa había cobrado relevancia tras la fundación de tres grandes monasterios Gelug por Yhe Tsongkhapa y sus discípulos. Los tres monasterios son Ganden, Sera y Drepung, que fueron construidos como parte de la reactivación puritana budista en el Tíbet.

El quinto Dalái Lama, Lobsang Gyatso (1617-1682), conquistó el Tíbet y trasladó el centro de su administración a Lhasa, que pasó a ser la capital política y religiosa del Tíbet. En 1645, se inició la reconstrucción del Palacio de Potala en la colina roja. En 1648, se terminó el Potrang Karpo (Palacio Blanco), parte del Potala. A partir de ese momento, el Palacio Potala fue utilizado como residencia de invierno del Dalái Lama. El Potrang Marpo (Palacio Rojo) se añadió entre 1690 y 1694. El nombre Potala se deriva posiblemente del monte Potalaka, la morada mitológica del Bodhisattva Avalokiteshvara. El Templo Jokhang es también una gran expansión en todo este tiempo. Aunque algunas tallas de madera y dinteles del templo de Jokhang se remontan al siglo VII, el más antiguo de los edificios existentes en Lhasa, como el Palacio Potala, el Jokhang y algunos de los monasterios y construcciones en el casco histórico proceden de esta segunda expansión de Lhasa.
En el siglo XVIII fue construido el Norbulingka por el 7º Dalai Lama.5
En la primera mitad del siglo XX, varios exploradores occidentales, tales como Francis Younghusband, Alexandra David-Néel y Heinrich Harrer, llevaron a cabo viajes a la ciudad. Lhasa era el centro del budismo tibetano, y casi la mitad de su población eran monjes. La población de Lhasa se estimó en 25.000 en 1951, con excepción de unos 15.000 monjes en los monasterios de la zona, aunque con la invasión del Ejército Popular de Liberación chino muchas personas huyeron de la ciudad, entre ellos el 14º Dalai Lama, que en 1959 tuvo que abandonar su residencia en el Palacio de Potala rumbo al exilio en India.
Entre 1987 y 1989 hubo grandes manifestaciones contra el régimen chino encabezadas por monjes y monjas. Como resultado, el Gobierno chino impuso restricciones sobre las libertades civiles de los religiosos tibetanos. Esto se manifestó en sesiones de "reeducación", en las que se invitaba a los monjes a compartir los puntos de vista del Partido Comunista de China y a denunciar al Dalái Lama y al independentismo tibetano. Muchos monjes que se negaron fueron condenados a penas de prisión, mientras que otros abandonaron los monasterios y fueron muchos los que escaparon a la India, donde se encuentra el Gobierno tibetano en el exilio. La represión fue tan grande que apenas hubo movimientos opositores posteriores.

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