jueves, 12 de septiembre de 2013
La Meditación y su importancia
Todas las grandes religiones emplean técnicas de Meditación en sus rituales como un elemento esencial para ese contacto interior y con la divinidad. No es de extrañar, porque algunos de los efectos que produce pueden ser interpretados como un contacto con Dios o una fusión con la Conciencia Cósmica.
En ese sentido la meditación representa el esfuerzo más importante de la Humanidad para entenderse a sí misma y también a su creador.
En el Hinduismo existe un libro llamado “Los yogas Sutras de Patanjali”, escrito en el S. II, que constituye un auténtico tratado práctico sobre meditación. El Budismo cuya figura central es el Buda(el Iluninado), quien alcanzó la comprensión de la realidad infinita y se liberó definitivamente del sufrimiento a través de la meditación. El Taoismo creado en China por Lao Tse, tiene muchos puntos en común con el budismo con el que se combinó para lograr la meditación china (Chán) y más tarde el Zen en Japón.
La práctica de la meditación tiene además unos efectos fisiológicos que han sido observados y medidos en el laboratorio, estos son los más significativos:
incremento de la actividad cerebral o mayor producción de ondas bioélectricas cerebrales de entre 8 y 12 ciclos por segundo, y del espacio en que se distribuyen.
Disminución del ritmo cardíaco y de la presión arterial
Disminución de la frecuencia respiratoria y del consumo de oxígeno
Disminución de la conductividad epitelial galvánica
Disminución del tono muscular
Reducción de la producción de hormonas del estrés(cortisol y adrenalina)
Aumento de la producción de insulina, vasopresina y hormona del crecimiento
Engrosamiento de las áreas del cerebro responsables de la atención, la memoria y la toma de decisiones
Las practicas meditativas, reducidas a sus aspectos laicos, han acabado de atraer el interés de la medicina y de la psicología como un tratamiento excelente contra el estrés y la ansiedad. Además la meditación provoca cambios fisiológicos (ver arriba) que tienen un gran valor preventivo y terapéutico.
Por otro lado, sabemos que la meditación consiste en una mayor capacidad de percibir los estados internos, las preocupaciones, los pensamientos, las emociones, así como las sensaciones de hambre, sueño o dolor. Por eso resulta fácil meditar cuando uno se encuentra bien, pero muy difícil cuando se atraviesan momentos de dolor o tensión.
También es frecuente que personas que han experimentado cambios muy positivos en sus vidas gracias a la meditación, abandonen la técnica sin tener una explicación. Esto se puede deber a 3 factores:
1- La pereza u optar por la gratificación fácil de los sentidos antes que por el desarrollo personal
2- El dejar aflorar los aspectos inmaduros de la personalidad que se resisten al cambio
3- Los miedos a representaciones desagradables o traumas y conflictos internos
La meditación conduce a una progresiva desconexión del mundo externo, con un acceso cada vez más completo a los estados internos de quien la practica. Constituye sin duda un viaje interesante y enriquecedor; no en vano, su recorrido nos ha interesado a los seres humanos desde el pasado más remoto.
(extracto de Revista Más Allá)
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