miércoles, 7 de diciembre de 2011
Las Profecías (3° parte): Nostradamus
No podemos tocar el tema de las Profecías de la Humanidad sin hablar de Michael de Nostradamus, éste vidente francés ha predicho los acontecimientos más importantes de la historia humana, y desde el momento de su muerte en 1556 sus profecías se han ido cumpliendo una tras otra. Las tempestuosas vidas de “los Valois”, Catalina de Medicis, la decapitación de Carlos I de Inglaterra, el ascenso de Napoleón, Luis Pasteur, Hitler, y Saddan Husseim y la Guerra del Golfo.
El propio Nostradamus nos dice: “Mis profecías no abarcan todo el curso del tiempo, ya que éste está destinado a ir mucho más lejos”.
Sobre el futuro se refiere al Anticristo y a la segunda llegada de Cristo, en su carta dedicada a Enrique II de Francia escribe: “El viejo y nuevo Testamento serán expulsados y quemados; a continuación el Anticristo se convertirá en Príncipe infernal y por última vez, todos los países cristianos temblaran y durante 28 años habrá guerras y batallas devastadoras”.
Nostradamus ve en éste período de destrucción la premisa necesaria para la segunda llegada del Cristo; que significará el inició de una nueva era de paz y justicia que durara 1000 años.
Otros adivinos célebres:
Ha habido muchos profetas y no es posible nombrar a todos los adivinos que han vivido a lo largo de la historia, pero hagamos una breve síntesis de los más conocidos de todos los tiempos:
Melampo: Médico griego que practicaba la adivinación, la magia y la ornitomancia (arte de observar el vuelo de las aves y obtener presagios). Conocía las propiedades secretas de todas las plantas y sabía crear remedios.
Tiresias: Célebre adivino de Tebas, la leyenda cuenta que habría nacido de una ninfa acuática y que de ella había heredado sus capacidades. Era ciego, pero sin embargo, tenía una vista “interior” con la cual podía ver el futuro.
Calcante: La narración de la “Ilíada” de Homero comienza con el vaticinio de Calcante acerca de la misteriosa peste que se había extendido por los campos griegos. El adivino había vaticinado que la causa de la desventura tenía que imputarse al rapto de la hija de Crise, enviada como esclava de Agamenón. Calcante predijo además el sitio de Troya y que éste duraría 10 años.
Casandra: Era una de las hijas de Príamo (rey de Troya). Aparece como profetiza de “Agamenón” de Esquilo, narra como el Dios Apolo, enamorado de ella, y a cambio de su sumisión, le habría concedido el Don de Profecías. Casandra se negó a entregarse a él y Apolo se vengó haciendo que la gente se riera de sus profecías y nunca fueran creidas.
En la Edad Media aparecieron otros profetas: Santa Hildegarda (que se decía estaba inspirada por Dios), Juana de Arco (la gran defensora de Francia), Leonardo Da Vinci (artista, genio y profeta), Savonarola (que predijo la expulsión de los Medicis de Florencia), Capistrano, etc.
Mas recientemente surgieron otros profetas célebres: Cagliostro (s. XVIII), la campesina de Fiensberg (Alemania, durante el reinado de Guillermo I), Don Bosco, Madame Blavatsky, Rudolf Steiner (fundador de la antroposofía), Aleister Crowley, Alice Bailey, Edgard Cayse, Willaru Huayta (el depositario y mensajero de la antigua profecía Inca), George King y aquí en el Río de la Plata, Benjamin Solari Parravicini.
Muchos han sido los profetas que la Humanidad ha tenido a lo largo de la historia, muchos han alertado sobre su futuro y el del Planeta, pero el mensaje final es siempre el mismo: paz, amor, respeto a la Naturaleza. Esa es la salvación del ser humano y recordemos que las profecías están para que no se cumplan y de nosotros depende revertir lo dicho y escrito.
Extracto de “Las Grandes Profecías” de Roberto Buccellani
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