Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad tanto en la Tierra,
como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos,
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Líbranos de todos los males,
pasados, presentes y futuros.
Danos la fuerza y la voluntad,
para continuar trabajando,
por el Plan Cósmico y por la Humanidad,
hasta el retorno del Maestro Jesús.
Que así sea.
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