lunes, 16 de diciembre de 2019

CONÓCETE A TI MISMO

Para impartir a Alcibíades los conocimientos que consideraba necesarios, y hacer de él un hombre apto para las funciones públicas, Sócrates utilizaba los procedimientos habituales que constituían su método de educación y enseñanza. Compartía con su discípulo largas discusiones, a través de las cuales llevaba al extraordinario joven por el camino de la verdad, de tal manera que descubriera las cosas por sí mismo.

"¿No crees, Alcibíades -le dijo en cierta oportunidad-, que antes de aprender a gobernar a los demás, es conveniente primero aprender a gobernarse a sí mismo? Ahora bien, para llegar a gobernarse, ¿no es indispensable haber llegado, ante todo, a conocerse perfectamente? Antes, pues, de consagrarte a los demás, cuídate de ti mismo, y para cuidarte con provecho, aprende, como el orden lo exige, a discernir claramente lo que constituye lo mejor de ti. ¡Oh, mi querido Alcibíades!. El hombre no puede perfeccionarse, hacerse mejor o vivir de acuerdo a lo mejor de sí, si ignora lo que es. Es preciso, pues, que obedezcas ante todo al precepto esculpido en el templo de Delfos: CONÓCETE A TI MISMO".

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