sábado, 18 de diciembre de 2010

Sobre el ego...



¿Por qué nos cuesta tanto amar? - pregunto Pedrito.
Porque todos tenemos dentro de nosotros una barrera que impide o frena nuestros mejores sentimientos. - dijo Ami.
¿Cuál es esa barrera?
El ego. Una falsa idea acerca de nosotros mismos, un yo falso. Mientras mayor es el ego, más nos aísla e insensibiliza, y nos hace sentir mas importantes que los demás. El ego nos hace creer que estamos autorizados para menos preciar, dañar, dominar y utilizar a los demás; para disponer de sus vidas inclusive. Como el ego es una barrera al amor, nos impide sentir compasión, ternura, cariño, afecto... amor. El ego nos vuelve inconscientes ante la vida....
El ego fue concebido como una protección para las criaturas que tienen que vivir en ambientes de muy poca evolución, en mundos en donde la ley es “sálvese quien pueda”. En esos lugares, el ego ayuda a sobrevivir, pero cuando un planeta está en condiciones de ingresar a otra etapa de evolución, como la Tierra, entonces el ego excesivo ya no tiene justificación y se transforma en un obstáculo para la evolución de la persona y de todo su mundo.
Ego-ísta: Que se interesa por sí mismo y no por los demás.
Egó-latra: No adora a nadie mas que a sí mismo.
Ego-céntrico: Piensa que el universo gira alrededor de su persona.
La evolución humana consiste en la disminución del ego, para que crezcan el amor y la sabiduría”.
Extracto de “Ami, el niño de las estrellas” de Enrique Barrios.

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