domingo, 12 de diciembre de 2010

Ciudades sagradas del Mundo: Jerusalén: La ciudad de la Paz



Iniciamos una nueva sección que esperemos guste a nuestros lectores y en la cual viajaremos con la imaginación a ciudades “marcadas” por la historia de la Humanidad. En ellas murieron o impartieron doctrina grandes Maestros y creadores de religiones. Seducen exteriormente por su gran belleza, pero también son para el verdadero peregrino, una auténtica aventura interior.
Jerusalén es sin duda la más santa de todas las ciudades santas del Mundo, pues tras las murallas de la ciudad vieja, construida hace 4 siglos por Solimán el Magnifico, se alzan tres importantes santuarios de las tres grandes religiones monoteístas: el Muro de los Lamentos, la Iglesia del Santo Sepulcro y la Cúpula de la Roca.
El Judaísmo, el Cristianismo y el Islam se dan cita en ésta antigua ciudad, testimonio de su herencia común. La ciudad de Jerusalén se halla a unos 64km. del Mediterráneo, en medio de las colinas de Judea y muy cerca de la frontera de Israel con Jordania.
Jerusalén Este encierra en su interior otra pequeña urbe: la ciudad vieja, con apenas 2km. cuadrados, encierra las piedras más reverenciadas. El Muro de los Lamentos (Judaísmo) es el resto del último templo del Rey Herodes, cuya reconstrucción anunciará la venida del Mesías en el final de los tiempos, es el lugar más venerado por los judíos. Más de 1 millón de ellos lo visitan en peregrinación cada año; los hombres en la parte izquierda y las mujeres a la derecha, una separación que obedece a que algunos fanáticos interpretaron en el Talmud que “para elegir amigo hay que subir un peldaño, para elegir esposa hay que bajarlo”.
En el caso de los cristianos el valor atribuido a Jerusalén radica, esencialmente, en ser el lugar donde murió Jesús. Consecuentemente, el punto más sagrado de la ciudad es la Iglesia del Santo Sepulcro donde presuntamente falleció Jesús.
Finalmente para los musulmanes, Jerusalén es después de La Meca y Medina, una de sus más importantes ciudades sagradas, pues en ella se encuentran la tumba de Moisés y las Mezquitas de Al Aqsa y Omar. Respecto a ésta última, la tradición sostiene que desde la roca que alberga en su interior Mahoma inició su viaje al séptimo cielo montado en una yegua alada con cara y pecho de mujer. En dicha roca, judíos y cristianos sitúan el Armagedón (la lucha final antes del advenimiento del Mesías). Para algunos Jerusalén sigue siendo la ciudad de Dios y otros se preguntan si su voz podría ser oída entre las disputas de las diversas facciones. (Extracto de “Atlas de lo extraordinario y lo misterioso”).

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