Nuestro acercamiento al tema
OVNI, se produce fundamentalmente desde dos ángulos: desde lo
investigativo, a través de la recopilación y el análisis
exhaustivo de datos (como ser testimoniales, fotográficos y
videográficos así como verificación de terreno); y desde lo
empírico, desde lo experiencial, buscando la vivencia directa de los
fenómenos a los que nos referimos.
Dentro de éste
contexto, hemos logrado definir nuestra opinión totalmente, el
fenómeno OVNI es absolutamente real, de carácter físico, material
y comprobable científicamente.
Esto
quiere decir, que el espacio aéreo de nuestro planeta, es objeto de
la presencia reiterada y constante, de Objetos Voladores de
comportamiento totalmente “anómalo”, que por sus características
físicas, como sus desplazamientos y efectos sobre el terreno y
testigos, no dejan lugar a dudas que se trata de una tecnología
increíblemente superior a los aparatos voladores terrestres, incluso
los aviones militares más avanzados.
Por lo tanto, el
poder descartar el origen terrestre, de un fenómeno que es
totalmente mecánico e inteligente, nos deja como la única opción
posible para abordar el mismo, reconocer su procedencia de otro lugar
del universo, desarrollado evidentemente, por civilizaciones que nos
superan en lo tecnológico y científico en un margen todavía para
“nuestra ciencia” muy difícil de mensurar.
El
paso siguiente sería poder definir el origen y la razón de la
presencia, de estos “visitantes” del espacio.
Por
lo pronto una primera conclusión válida y razonable, sería
descartar, de su parte, intenciones negativas para con la raza humana
y nuestro planeta, ya que después de tantos años de visitarnos, no
han hecho nada para agredirnos, máxime si tenemos en cuenta que su
superior tecnología les permitiría, si así lo quisieran, borrarnos
del mapa… y sin embargo no lo han hecho.
Podemos aventurar entonces, sobre esta línea de pensamiento, que tal vez nos estén observando científicamente. Así como nuestros antropólogos o etnólogos, viajan a los confines de la amazonia a estudiar indígenas que no tuvieron contacto con la civilización, y conservan el “modus vivendi” del hombre primitivo, científicos extraterrestres, podrían estar explorando el espacio en busca de civilizaciones incipientes, como la nuestra, que aún mostramos un alto grado de barbarie, a pesar de los avances tecnológicos, para estudiar nuestro comportamiento.
O
tal vez, si avanzamos un poco más, podríamos arriesgar la
hipótesis, que incluso ya la ciencia empieza a plantear, a través
de importantes investigadores – con teorías como la “panspermia”
o la “panspermia dirigida” -, que la “vida” en nuestro
planeta haya venido de fuera del sistema solar, e incluso, que la
aparición y desarrollo del “Hombre” (homo sapiens-sapiens) como
lo conocemos hoy, haya sido el resultado de una “manipulación
genética”, hace millones de años, llevada a cabo, tal vez, por
“científicos extraterrestres”…, quienes vendrían
periódicamente a observar el desarrollo y evolución de “su
experimento”.
A
primera vista puede parecer una interesante historia de
ciencia-ficción. Pero si estudiamos atentamente y con mente abierta
los relatos mitológicos y legendarios, y el análisis de las
religiones comparadas, de absolutamente todos los pueblos antiguos, y
grandes civilizaciones, muchas de las cuales no tuvieron contacto
cultural entre ellas (como mayas, egipcios o hindúes, por ejemplo),
veremos una notable y extraña coincidencia: todos sus “dioses”,
o “mensajeros de los dioses”, que fueron sus “padres creadores”
o “instructores”, fueron “seres antropomorfos”, que vinieron
“volando”, siempre del “cielo” o de las “estrellas”,
(cuando no de estrellas bien definidas como Orión, las Pleyades,
Alfa Centauro, etc.), e incluso muchos de ellos en “aparatos
voladores”, sobre los cuales se escribieron hasta “tratados de
aeronáutica”, hace ya más de 5000 años.
Es
realmente increíble, que absolutamente todas las civilizaciones de
la antigüedad, se hayan puesto de acuerdo en esto, y lo dejaran
plasmado en sus “textos sagrados”, formando parte de sus
tradiciones religiosas, las mismas que han dado forma a nuestra
civilización actual y son la columna vertebral de nuestros valores
morales y espirituales. Aún hoy en día todo lo “divino”, viene
del “cielo”, que es la morada de “Dios”.
Pero incluso en el plano científico, actualmente, ya se maneja esta hipótesis con mucha fuerza, por ejemplo, ha sido sostenida nada menos que por el Premio Nobel de Genética, el Dr. Francis Crick y su equipo de eminentes científicos, comandado por el prestigioso experto en genética el Dr. Watson, quienes fueron los que descubrieron y definieron la estructura del ADN, eje en torno al cual se pudo trabajar para establecer el Genoma Humano o mapa genético.
Estos científicos han dicho
que el salto evolutivo que presenta el desarrollo cerebral del hombre
primitivo, del homo-erectus hasta el homo-sapiens no pudo haberse
dado en tan poco tiempo sin una intervención externa inteligente,
con un claro propósito en cuanto al resultado que se deseaba
obtener.
Dentro de todo este contexto, aparecen los
denominados “CONTACTADOS”. Que son quienes afirman haber tenido
experiencias de contacto directo y físico con los tripulantes de los
aparatos, habiendo establecido comunicación con ellos, y en algunos
casos, haber subido a las naves, y haberles acompañado en vuelos
fuera de la Tierra, incluso a sus planetas de origen, recibiendo de
“su” parte gran cantidad de información… sobre nosotros
mismos.
Si
lo que veníamos diciendo antes podía sonar a “Ciencia Ficción”,
esto último definitivamente lo sería… o no tanto. Si bien es
justo reconocer que como en todo tema misterioso o especulativo, en
todo los ordenes humanos, las cosas se mezclan y surgen los delirios,
la fantasía, el fanatismo, el sectarismo, etc. (lo vemos en la
religión, en la política e incluso en la ciencia), si hacemos un
estudio profundo, serio y responsable, descartando todo los excesos y
desequilibrios, podemos quedarnos tal vez, con unos pocos casos, que
por su coherencia y seriedad, e incluso evidencias físicas, nos
podrían estar aportando muchas respuestas en este polémico y
apasionante tema.
Tal
vez, si abrimos nuestra mente, podamos descubrir en el contenido de
“las experiencias de Contacto”, las piezas del rompecabezas de la
Historia Humana, que nos faltan para armarla por completo. Las
ciencias de investigación, como la antropología y la arqueología,
han avanzado muchísimo, pero aún están muy lejos de resolver los
enigmas de nuestro pasado, esos “eslabones perdidos”, de nuestra
evolución que aun no se encuentran… ¿quiénes somos?… ¿de
dónde venimos?… ¿cuál es el propósito de nuestra vida?…
El
Hombre ha mirado las estrellas, desde los tiempos más remotos
haciéndose las preguntas más trascendentales de su existencia, tal
vez porque nuestros antepasados sabían mejor que nosotros, que era
justamente allí, en las “estrellas”, donde se encontraban todas
las respuestas.
Los invitamos a levantar la vista, hacia
el cielo, y observar como se descorren los velos de nuestra
ignorancia…
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