Una hermosa mariposa volaba feliz en un hermoso día de primavera.
—¡Qué día más bello hace hoy!— pensaba mientras admiraba un campo lleno de vivos colores.
De pronto, a lo lejos, vio una gran llama en una cabaña; era el fuego de una vela que jugaba con el viento.
La mariposa no dudó en ir a ver la llama de cerca. De pronto, su alegría se transformó en desgracia, pues sus alas empezaron a chamuscarse.
—¿Qué me está pasando?— pensó la mariposa.
El insecto retomó el vuelo como pudo, y se volvió a acercar a la luz para comprobar qué pasaba. De repente, sus alas se consumieron por completo y cayó al suelo malherido.
Finalmente, la mariposa, dijo a la llama entre lágrimas:
—¡Engañosa maravilla! ¡Eres tan falsa como preciosa! Pensé que encontraría en ti la felicidad y, en cambio, hallé la muerte.
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