miércoles, 7 de agosto de 2019

Los extraterrestres pueden moverse por el espacio gracias a los agujeros negros

Siempre se nos dijo que los agujeros negros eran tan densos que ni siquiera la luz sería capaz de escapar a su fuerza gravitatoria. Pues bien, ahora David Kipping, líder del laboratorio Cool Worlds de la Universidad de Columbia sostiene que su poderosa fuerza gravitacional podría ser aprovechada por una gran nave espacial para alcanzar velocidades suficientemente rápidas como para llevar a cabo viajes interestelares.
¿Están los extraterrestres utilizando la energía de los agujeros negros para desplazarse por el Universo?
A pesar de que no se ha podido observar a ninguno de ellos, los astrónomos conocen de la existencia de los agujeros negros por las variaciones gravitatorias que se producen a su alrededor. Estos agujeros negros son lo que queda de antiguas estrellas gigantes. Al llegar al final de su vida, las estrellas estallan en supernovas que dispersan su mayor parte de materia al espacio pero otra gran cantidad de restos «fríos» en los que no se produce la fusión son lo que llamamos agujeros negros.

Pues bien, lo que sugiere Kippig en un trabajo que ha sido publicado en en arxiv.org es que civilizaciones extraterrestres avanzadas podrían emplear estos agujeros negros  como "tirachinas gravitacional" –lo llaman 'Honda Dyson'- disparando láseres contra ellos.
Lo asombroso es que esta idea que ha capturado la imaginación del público y jugado un papel destacado  en la ciencia ficción, no es más que una adaptación futurista de una técnica que la NASA hace décadas que realiza en sus misiones a través del Sistema Solar.
En un libro publicado en 1963 que lleva por título Interstellar Communications, Freeman Dyson describió cómo las naves espaciales podían colocarse alrededor de estrellas binarias, como lo haría una piedra en una honda y, de este modo, salir disparadas.

Ampliando esto, Kipping cree que los agujeros negros podrían constituir fuentes de disparos gravitacionales aún más poderosos y facilitar el viaje interestelar.
El sistema, que Kipping ha bautizado como "unidad de halo" tiene una gran ventaja con respecto a los métodos convencionales. Según el divulgador científico José Manuel Nieves "no necesita una fuente masiva de combustible para acelerar y viajar a través del espacio." Todo lo contrario sucede con las llamadas "velas de luz" que precisan de mucha energía para alcanzar velocidades una fracción significativa de la velocidad de la luz.

De este modo, uno de los principales escollos que la ciencia había propuesto para admitir la existencia del fenómeno ovni desde el punto de vista de las visitas extraterrestres estaría resuelto. Claro que ahora debemos tener la precisión de enviar una nave al horizonte de sucesos sin que sea tragada por la gravedad del agujero y, lo que es más importante, localizar uno cercano… algo que, por el momento, no se ha producido.
Año Cero


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