jueves, 21 de marzo de 2019

Una ciudad australiana detuvo la contaminación de los ríos y mares de forma fácil e ingeniosa

La creciente crisis de contaminación plástica solo es peligroso para los seres humanos, sino también para la vida silvestre. Por suerte, a veces se demuestra que las soluciones más simples y sencillas son las más efectivas.
La una ciudad australiana de Kwinana, decidió tomar acciones y, con simples redes de pesca pudieron controlar -al menos en parte- la cantidad de basura que caía a los mantos acuíferos como lagos, ríos y el océano.
Las redes de drenaje, o las llamadas “trampas de basura”, se colocaron con el fin de reducir la descarga de residuos de los sistemas de drenaje. Están diseñadas para evitar que los contaminantes y los desechos sólidos, transportados por las aguas pluviales o servidas, fluyan hacia las reservas naturales. Las trampas de basura se colocaron en las salidas de dos tuberías de drenaje, ubicadas entre áreas residenciales y naturales.
Reduciendo el trabajo
Se demostró que las trampas de basura son extremadamente rentables para la ciudad, ya que el trabajo manual (los trabajadores que recolectan la basura con las manos) se redujo al mínimo. Son relativamente fáciles de instalar y cuando se llenan, se recogen con una grúa, ya que cuentan con un anillo de metal para levantarlas con un gancho de forma fácil y rápida.
Los residuos recogidos se transportan a una instalación de clasificación, donde lo de origen vegetal se convierte en abono y se separan los materiales reciclables de los no reciclables. Los residentes de la ciudad se alegran de que las redes hayan demostrado ser un proyecto extremadamente exitoso.
La vida silvestre local también se benefició: no solo viven en un área más limpia, sino que las trampas de basura no son peligrosas para ellos, ya que hasta la fecha ningún animal ha quedado atrapado.

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