sábado, 17 de marzo de 2018

EL ASNO Y EL CAMELLO

Un asno y un camello caminaban juntos. El camello se movía con pasos largos y pausados. El asno se movía impacientemente, tropezándose de vez en cuando. Al fin, el asno dijo a su compañero:
-¿Cómo es que me encuentro siempre con problemas, cayéndome y haciéndome rasguños en las patas, a pesar de que miro cuidadosamente el suelo mientras camino y tú, que nunca pareces ser consciente de lo que te rodea con tus ojos fijos en el horizonte, mantienes un paso tan rápido y fácil?.

Respondió el camello:
-Tu problema es que tus pasos son demasiado cortos, y cuando has visto algo, es demasiado tarde para corregir tus movimientos. Miras a tu alrededor y no evalúas lo que ves. Piensas la prisa es velocidad, imaginas que mirando puedes ver, piensas que ver cerca es lo mismo que ver lejos. Supones que yo miro el horizonte, aunque en realidad solo contemplo hacia el frente como modo de decidir que hacer cuando lo lejano se convierta en cercano. También recuerdo lo que ha sucedido antes, y así no necesito mirar hacía atrás y tropezar una vez más. De este modo, lo que te parece confuso o difícil, se vuelve claro y fácil.

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