Egipto es, sin duda, uno de los lugares que mayor misterio despierta en el mundo. Sus colosales pirámides, los avanzados conocimientos que alcanzaron en materia de astronomía e ingeniería, sólo por citar algunos ejemplos, los han constituido en una de las civilizaciones más importantes de la antigüedad. Sin embargo, no sabemos todo sobre ellos.
Diversos estudios vienen sugiriendo que la cultura egipcia podría ser más antigua de lo que imaginábamos. Y nuevos descubrimientos arqueológicos, realizados desde 1993 en la meseta de Gizeh, concluyen en que aun hay mucho por desenterrar en las arenas adyacentes al Nilo.
Un conocimiento sagrado
¿De dónde provino el profundo conocimiento que esgrimían los egipcios? ¿Será como sostuvo un sacerdote de la ciudad egipcia de Sais, ante el legislador griego Solón, que Egipto halla sus orígenes en un mundo perdido más allá de las columnas de Hércules? ¿Acaso de la mítica Atlántida?
Edgar Cayce, un famoso sensitivo norteamericano ya fallecido afirmó que en Egipto se hallaría la "Sala de los Registros" que demostraría el vínculo secreto que guardaba esta avanzada civilización con la Atlántida y, por si todo esto fuera poco, con un legado extraterrestre.
Diversas leyendas de antiguo señalan insistentemente (y en diversos puntos del mundo) la existencia de aquellos depósitos de información que contienen "el secreto supremo" de la historia humana.
Aquel tesoro espiritual de marcada trascendencia no podría estar desprotegido, por cuanto el conocimiento que encierra convierte al hombre en un ser conciente de sus facultades espirituales y cósmicas, pudiendo ser mal empleado en el caso que este archivo sagrado cayese en manos equivocadas. Por esta razón, sabios Maestros, que las leyendas orientales los citan como los "Emisarios de Shambhala", están allí, para custodiarlos.
Los Maestros de la Hermandad Blanca:
Hablar de la Hermandad Blanca es remontarse a la destrucción de la Atlántida y el resguardo oportuno de sus archivos de conocimiento en galerías subterráneas en diversos puntos del mundo; significa también movilizarnos a las arenas del desierto de Gobi y contemplar la fundación de Shambhala por parte de 32 Mensajeros Estelares. El propósito mayor de todo este despliegue: proteger el pasado cósmico del ser humano, por cuanto en él está la "llave" de su futuro.
Uno de aquellos lugares donde se custodian los archivos sagrados se encuentra en Egipto, en la actual península del Sinaí.
Las arenas y montañas del Sinaí, en el pasado, fueron testigos de singulares acontecimientos espirituales e históricos, como los retiros solitarios del profeta Elías y la recepción misma de los Diez Mandamientos en lo alto del Horeb, con un Moisés en permanente comunicación con aquella extraña nube que le acompañará en su sobrenatural huida a través del mar Rojo.
El escenario no era fortuito. Hacía miles de años fue utilizado como una base de operaciones extraterrestres a manos de los Guardianes y Vigilantes de las Pléyades quienes, dicho sea de paso, fueron los verdaderos responsables de la protección del pueblo hebreo durante su éxodo (Plan Cósmico).
Estas instalaciones subterráneas en el Sinaí, de manufactura extraterrestre, serían utilizadas más tarde por supervivientes de la Atlántida, aquellos sabios que se mantuvieron fieles a la luz y que hoy constituyen la Hermandad Blanca del Sinaí, posiblemente el Retiro Interior más influyente de Egipto.
La Hermandad de la Esfinge:
Un templo subterráneo, aun no develado, se encuentra bajo la Esfinge de Gizeh. Esta escuela de conocimiento mantenía una estrecha conexión con la Hermandad Blanca del Sinaí.
Los Sabios de la Esfinge, mantenían viva una religión antiquísima en Egipto, un conocimiento estelar que involucra un origen cósmico del ser humano en la Constelación de Orión. La profecía de aquella hermandad secreta sostiene que en estos tiempos el recuerdo de Orión será despertado.
De la misma forma, diversas profecías señalan un gran cambio cuando el Arca de la Alianza sea devuelta por la Hermandad del Sinaí, que supo rescatar el depositario sagrado del ataque de Nabucodonosor, que arrasó Jerusalén y puso en riesgo la seguridad del Arca en el Templo de Salomón. No obstante esta allí, en Egipto (click Plan Cósmico) y su retorno está a puertas de revelar un conocimiento liberador.
La Hermandad Blanca de Egipto aun está activa. Sus emisarios recorren los otrora activos templos faraónicos que, en sus silentes paredes, se esconde el secreto de cómo llegar a recordar, y saber, quiénes somos, y quiénes debemos ser.
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