sábado, 8 de julio de 2017

Algunas razones para creer que puede haber vida en otros planetas

¿Hay vida fuera de la Tierra? La mayor parte de las personas responderá que sí, aunque en realidad no tenemos evidencia directa (aún) de que haya vida en otros planetas, lunas o en el espacio interestelar. Sin embargo, hay algunas razones convincentes para creer que finalmente la descubriremos, quizá incluso en nuestro propio Sistema Solar. Estas son siete razones por las que los científicos creen que hay vida allí fuera, esperando que la encontremos. Puede que no sean señores o señoritas de piel verde a bordo de platillos voladores, pero será extraterrestre.

Extremófilos en la Tierra:
Una de las grandes preguntas es si la vida podría evolucionar y sobrevivir en un mundo radicalmente diferente de la Tierra. La respuesta parece ser sí, si consideras que incluso la Tierra alberga extremófilos, u organismos que pueden sobrevivir en condiciones de calor o frío extremos, en sustancias venenosas (para nosotros), y hasta en el vacío. Hemos descubierto criaturas que viven sin oxígeno cerca de los bordes de respiraderos volcánicos súper-calentados en el fondo del océano, y hemos encontrado vida en charcos salobres en la altura de los Andes, así como en los lagos cubiertos de hielo del ártico. Incluso hay diminutas criaturas llamadas tardígrados que pueden sobrevivir en el vacío del espacio. Así que tenemos evidencia directa de que la vida puede prosperar en los entornos de atmósfera “alienígena” de la Tierra. En otras palabras, sabemos que la vida puede sobrevivir en condiciones que hemos visto en otros planetas y lunas. Sólo que no la hemos encontrado todavía.

Evidencia de precursores químicos de la vida en otros planetas y lunas:
La vida en la Tierra probablemente evolucionó a partir de reacciones químicas que eventualmente formaron membranas celulares y proto-ADN. Pero esas reacciones químicas originales pudieron haber comenzado con compuestos orgánicos complejos –tales como ácidos nucleicos, proteínas, carbohidratos, y lípidos- en la atmósfera y el océano. Hay evidencia de que esos “precursores de la vida” ya existen en otros mundos. Titán tiene algunos en su atmósfera, y los astrónomos también los han detectado en el rico entorno de la Nebulosa de Orión. Nuevamente, en realidad no hemos descubierto vida, pero hemos encontrado los ingredientes que muchos científicos creen que contribuyeron al desarrollo de la vida en la Tierra. Si estos ingredientes son comunes en el Universo, es probable que la vida haya surgido en otros lugares además de nuestro planeta.

La cantidad de planetas similares a la Tierra:
Durante la última década, los cazadores de planetas han descubierto cientos de exoplanetas, muchos de ellos gigantes de gas como Júpiter. Pero nuevas técnicas de detección planetaria les han permitido detectar mundos más pequeños y rocosos como la Tierra. Algunos incluso se encuentran en la “zona habitable” alrededor de sus estrellas, lo que significa que orbitan a una distancia que podría producir temperaturas similares a las de la Tierra. Teniendo en cuenta cuán comunes han resultado ser los exoplanetas, parece probable que uno de ellos acoja alguna forma de vida.

La gran diversidad y tenacidad de la vida en la Tierra:
La vida no sólo evolucionó en la Tierra bajo condiciones extremadamente difíciles, sino que además de alguna manera se las arregló para sobrevivir a mega-volcanes, impactos de meteoritos, glaciaciones, sequías, acidificación de los océanos, y cambios atmosféricos radicales. También hemos visto la increíble diversidad de la vida en nuestro planeta en un periodo de tiempo relativamente corto, geológicamente hablando. La vida es muy tenaz. ¿Por qué no podría afianzarse en alguna de las lunas de Saturno, o en otro sistema estelar?

El misterioso origen de la vida en la Tierra:
Aunque tenemos teorías sobre cómo se originó la vida en la Tierra, incluyendo las moléculas de carbono complejas que mencionamos anteriormente, hay un misterio final sobre cómo se unieron esas moléculas para formar frágiles membranas que finalmente se convirtieron en células. Este misterio se ha profundizado conforme más sabemos lo increíblemente hostil que era el ambiente en la Tierra cuando la vida evolucionó; la atmósfera estaba llena de metano, y la superficie del planeta hervía por la lava. Una teoría común es que la vida unicelular simple en realidad evolucionó en otro lugar –tal vez Marte- y llegó a la Tierra a bordo de meteoritos. Esta teoría se conoce como panspermia, y sugiere que la vida en la Tierra surgió a partir de la vida de otros planetas.

La creciente evidencia de que los océanos y lagos son comunes, al menos en el Sistema Solar:
La vida en la Tierra se originó en el océano, por lo que se deduce que ése podría ser el caso en otros mundos. Ahora, hay evidencia sólida de que el agua alguna vez fluyó libremente en Marte, y la luna Titán de Saturno tiene mares de metano así como ríos que fluyen a lo largo de su superficie. Se cree que la luna Europa de Júpiter tiene un océano masivo, calentado por el núcleo del satélite y cubierto completamente por una gruesa capa protectora de hielo. Cualquiera de esos mundos podría haber albergado vida en algún momento, o en la actualidad.

La teoría evolutiva:
La gente a menudo usa la Paradoja de Fermi para explicar por qué nunca encontraremos vida inteligente en el Universo. En el otro lado está la teoría evolutiva, que sugiere que la vida se adapta a su entorno. Aunque Darwin y sus contemporáneos quizá no pensaron sobre la vida en los exoplanetas cuando plantearon la teoría evolutiva, sugiere que donde la vida pueda afianzarse, lo hará. Y si consideramos que nuestro entorno no son sólo planetas, sino también sistemas solares y el espacio interestelar, una interpretación poco ortodoxa de la teoría evolutiva sugiere que la vida también se adaptará al espacio exterior. Un día podríamos descubrir criaturas que han evolucionado de maneras que nunca creímos posibles.

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