viernes, 16 de junio de 2017
Descartando posibilidades (1ª parte)
El fenómeno de los objetos voladores no identificados es muy vasto. En diciembre de 1993, la agencia de noticias EFE publicó que durante todo el año de 1993 se habían detectado desde observatorios astronómicos, entre Taiwán y China Comunista (estrecho de Formosa) alrededor de 6,000 ovnis. Esto es, descartando todas las posibilidades de basura espacial, meteoritos, inversión térmica, rayos en bola, centellas, nubes caprichosas, armas secretas, mísiles, etc. todavía quedaban miles de casos sin explicación alguna, y detectados por los científicos sobre una pequeña porción de la Tierra. ¿Cómo será entonces en el resto del planeta?
Y es que hay tantas posibilidades de confusión también, que es importante informarse en profundidad para poder descartar posibilidades. Por tanto, las explicaciones que se aportan a continuación han surgido de las investigaciones realizadas por científicos, muchas veces con una clara intención de negar las cosas a priori, sin una investigación exhaustiva, por lo que aconsejo tomarlas con precaución.
Fenómenos Naturales
Son muchos aún los fenómenos naturales que se desconocen, y por ello debemos estar atentos antes de señalarlos con ligereza como naves extraterrestres. Así entre los fenómenos naturales que se pueden citar como posibles explicaciones razonables del fenómeno ovni están:
Nubes Lenticulares.- Son aquellas nubes que se generan oblicuamente en dirección de donde viene el viento, a altitudes que comprenden los 2,000 y 7,000 metros. Por lo general aparecen en bancos, formando óvalos, lentejas o hasta discos lo cual podría llevarnos, en momento de escasa visibilidad a confundirlos con un avistamiento ovni. Pero también podrían aparecer solitarias lentejas nubosas pero bien definidas. También se les llama cúmulos lenticulares.
Las nubes lenticulares suelen presentarse con una densidad mayor a la de otras nubes, con una coloración algo más oscura y hasta con una refracción de luz diferente. Suelen adquirir al atardecer una coloración rojiza que llama la atención.
Inversión Térmica.- Este fenómeno aparece cuando masas de aire a distinta temperatura entran en contacto a muy baja altura. Dicho fenómeno genera entonces espejismos o ilusiones ópticas, que nos pueden llevar fácilmente a confusión. Por ejemplo si las luces de un automóvil se proyectan hacia delante y arriba en una cuesta, y el cielo tiene neblina, para el observador en el otro lado del cerro, aparecen en el cielo dos óvalos luminosos de naturaleza desconocida. Si el mismo auto avanza de noche, con nubes altas reflejadas en el cielo, la luz que atraviesa la masa de aire caliente y húmeda, denominada “capa de inversión”, situada entre las capas de aire frío, una sobre el suelo, la diferencia de densidad suele desviar el haz de luz y reflejarse en otra parte, que en apariencia no tiene que ver con el auto.
En cuanto a los espejismos se basan estos en condiciones climáticas que movilizan capas de aire frío y caliente, creando el efecto espejo, de tal manera que objetos estructuras o fuentes de luz no visibles en el horizonte por su lejanía, se proyecta en el cielo como imagen reflejada pero invertida.
Can Solar.- Es un fenómeno extraño en el que la luz del sol reflejada sobre cristales de la atmósfera producen el efecto de la aparición en el cielo de discos brillantes, que se mueven y luego desaparecen a cierta velocidad o se diluyen en el firmamento.
Luces Climáticas.- Consiste en la formación en el horizonte sobre los bancos de nubes, o entre ellos, de manchas luminosas en movimiento lo cual suele coincidir con el crepúsculo. Estas manchas podrían tener un origen en radiación extraplanetaria.
Resplandores de los Andes.- Son aquellos resplandores o fogonazos que se suelen observar sobre las montañas, provocadas por la diferencia de potencial eléctrico entre las cadenas montañas y la atmósfera.
Cañones de Barisal, Bombas de Sonido y Rayos en Bola o Rayos
Globulares.- Se define así a extrañas explosiones que pueden tener origen en ruidos subterráneos por movimiento de placas tectónicas, que liberan energía, que a veces llega a ser visible como esferas luminosas. También pueden ser el efecto de la explosión de los llamados rayos en bola, que como una centella aparecen y desaparecen violentamente, a veces recorriendo parte del cielo y estallando luego con una fuente detonación, dejando en el aire el olor a ozono quemado. Estos rayos globulares pueden aparecer solitarios, en grupo, o unidos entre sí. También se les llama esferas de plasma, producto de gases ionizados debido a temperaturas muy altas producidas por fuerza electromagnética o de campos eléctricos de alta frecuencia.
Fuegos Fatuos.- Este fenómeno suele asociarse con materia en descomposición, por lo que esta en relación a la presencia en la zona de pantanos. Suele observarse como una luz fría, con comportamiento desordenado. La combustión de las sustancias putrefactas o descompuestas con el suelo puede provocar también la aparición de globos de luz, muy sensibles a las variaciones de aire para sus movimientos.
El Dr. Allen Hynek en los primeros años de la investigación ovni, era un escéptico recalcitrante, y consideraba que todos los casos de observaciones, independientemente de dónde se produjesen se debían a emanaciones de gases de los pantanos, hubiesen o no pantanos en la zona de estudio.
Fuego de Santelmo.- Consiste en descargas eléctricas que aparecen antes o después de grandes temporales, afectando las copas de los árboles, los mástiles de las embarcaciones, las aristas de las casas, dándoles una coloración azulada fosforescente.
Meteoritos o Aerolitos.- El espacio no es orden y limpieza como uno quisiera imaginar, sino que por el contrario es un lugar donde el vacío no existe, y en donde hay gran cantidad de polvo cósmico y fragmentos, restos de planetas y estrellas fallecidas; un verdadero reto a la mejor de las amas de casa. Estos fragmentos cruzan el espacio como peligrosos escombros que ponen en peligro la navegación espacial y a los planetas habitados como el nuestro; y hasta recordando la historia del iceberg del Titanic, recordemos que los cometas son eso: grandes iceberg espaciales. Si nos detenemos a pensar en la cantidad de impactos que exhibe la Luna y el planeta Marte, y alguno que otro en nuestro propio mundo, veremos lo dramático, difícil y peligroso que es la vida en el cosmos. Pero aún así es bella y perfecta.
Se calcula que alrededor de 10,000 a 100,000 impactos se registran por segundo sobre nuestro planeta, a velocidades que van entre los 10 y los 70 Km. por segundo, convirtiéndose en cuerpos luminosos entre alturas de los 90 y 120 Km.
Los meteoritos o también llamados estrellas fugaces, pueden ser tan pequeños como granos de arena y tan grandes como una casa o un edificio. Cuando entran en la atmósfera a gran velocidad, arden total o parcialmente, generando una hermosa estela multicolor, dependiendo siempre de la composición química del fragmento. Por ejemplo un fragmento rocoso del peso de un gramo podría ser suficiente para generar durante unos segundos o fracciones de segundo, un resplandor en el cielo comparable al de una estrella de primera magnitud.
Hay veces que los meteoritos son de dimensiones apocalípticas, que pueden ser confundidos con naves extraterrestres en problemas. Esta explicación se le ha dado al fenómeno acaecido en 1908 en la Tunguska (Siberia), en donde extrañamente no hubo un cráter, sino una explosión ocurrida a poca altura sobre el suelo, como en el caso de las explosiones nucleares.
Los Bólidos.- Son la explicación más fácil o la salida más simple para los científicos, cuando no tienen forma de explicar la aparición de un ovni que desafía las leyes de la física conocidas por nosotros, cuyo comportamiento es inteligente, dura más de la cuenta y constituye una evidencia contundente y comprometedora. Si no saben lo que son, los científicos cierran toda especulación, sentenciando enfáticamente que no son otra cosa que: “Extraños Bólidos”. Después estos mismos científicos niegan la existencia de observaciones que hayan pasado todas las investigaciones y hayan resistido a toda explicación racional.
(por Sixto Paz Wells)
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