martes, 8 de marzo de 2016
Editorial: Julio-Agosto 2015
Cuando contemplamos el mundo en que nos toca vivir a través de nuestro ser
espiritual descubrimos las verdaderas pequeñas cosas de la vida que vinimos
a experimentar y aprender; queremos ser felices pero seguimos el camino del
materialismo, queremos armonía en nuestra familia y nuestra comunidad,
pero cedemos a la tentación del egoísmo, queremos vivir en paz pero ante
cualquier acontecimiento elegimos el camino de la confrontación.
Debemos escuchar nuestra propia voz interior, sólo ella nos revelará nuestras
necesidades más profundas y el verdadero camino a seguir. Obedecer las
expectativas de otros o intentar satisfacer las exigencias de la sociedad en
contra de nuestra verdadera naturaleza y de nuestra voz interior sólo nos
genera frustración.
Debemos trabajar más con nosotros mismos, debemos obedecer y respetar la
forma de vida genuina que sólo puede ser aquella que no nos impone nadie,
que la elegimos nosotros, respetando la naturaleza de la realidad y
siguiéndola con humildad.
Por eso la mayoría de los filósofos han hablado de la necesidad de
“conocernos a nosotros mismos” y de “ser tu mismo”. Si nos aceptamos a
nosotros mismos tal como somos descubrimos nuestra verdadera esencia y
hallamos la alegría de nuestra
espiritualidad.
¡Que la fe, el Amor, la sabiduría y la
voluntad nos ayuden a lograr la paz que
buscamos!
Hnos. Del boletín
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