miércoles, 14 de agosto de 2013

Channeling, las discutidas revelaciones de la Nueva Era

“Saludos, queridos, soy Kryon, del Servicio Magnético”, es la presentación de una supuesta entidad espiritual, que habla por boca del ingeniero Lee Carroll. El “Servicio Magnético” es la labor de reajuste de la “Rejilla Magnética” de la Tierra, para que sus habitantes reciban energía que afecta a ciertos niveles de un ADN sutil, favoreciendo la evolución espiritual de la Humanidad. Veamos…
La primera impresión de quien recibe esas afirmaciones, es escepticismo e hilaridad, pero aun dudando de la seriedad de Carroll, no se puede tomar a broma. La risa es una puerta al subconsciente que facilita la asimilación y aceptación de nuevos y difíciles conceptos. Kryon, además de reajustar, como él dice, la “Rejilla Magnética” ha dictado millares de páginas plasmadas en docenas de libros traducidos en los principales idiomas, ha plasmado en la Red centenares de discursos gratuitos y ha dado charlas multitudinarias por todo el mundo, incluso en un organismo de la ONU.

Nuestra colaboradora Isabela Herranz, en mayo 2004, entrevistó a Lee Carroll en ocasión de una convención en Segovia. Era un hombre totalmente normal, extrovertido y sincero. Podemos dudar si Kryon es una entidad real que se expresa a través de Lee Carroll, o un aspecto de su subconsciente que se manifiesta como un ente real, haciéndole creer que se trata de un ángel un poco especial, o el portavoz de una misteriosa organización que intenta introducir sus ideas, pero Carroll no parece un farsante.

Las canalizaciones son un fenómeno muy antiguo y han sido el origen de religiones y sectas, pero es ahora, con el movimiento Nueva Era, cuando han proliferado y se han expandido por doquier. Ya Sócrates, por el siglo V a.C., escribía que cuando la Pitonisa de Delfos y la Sacerdotisa de Dodona estaban fuera de sí, revelaban hechos muy importantes, pero en sus cabales se equivocaban. Platón en su República, asegura que la profecía es la más noble de las artes, pero rechazaba la nigromancia, la comunicación con los muertos. Sin embargo, Pitágoras, junto a su discípulo Filolao, utilizaba una especie de oui-ja para ponerse en contacto con los espíritus. Desde Moisés, en el Antiguo y Nuevo Testamento hay numerosos ejemplos, y entre los apóstoles, san Juan Evangelista. Descartamos a Jesús, pues su fuente era Él mismo. Sin embargo Mahoma, la paz sea con él, recibió su revelación del arcángel Gabriel, implantando la segunda religión más numerosa e importante del mundo.

Algunas experiencias místicas de santa Teresa de Ávila y san Juan de la Cruz podrían interpretarse como canalizaciones. San Juan advierte lo difícil que es el mantenerse fiel a la información revelada sin contaminarla con ideas propias. Fuera del cristianismo, un caso muy documentado en el siglo XV, es el cabalista español José Caro, que alteraba su voz al incorporar a un ente espiritual llamado Maggidh.

En el Siglo XVIII, un renombrado científico sueco respetado por su seriedad y voluminosas publicaciones, Emmanuel de Swedenborg,empezó a recibir a los cincuenta años las visitas de supuestas entidades angélicas, que posteriormente describió con minucioso rigor en más de una docena de libros. Por esta misma época Joseph Smith empezó a recibir visitas del ángel Moroni, e instituyó la Iglesia de los Santos del Último Día, los mormones. A finales del XIX y principios del XX, Helena Blavatsky inició una nueva ola de canalizaciones… Han sido muy numerosos los investigadores de este fenómeno, desde James, Freud, Jung, y más recientemente el etólogo premio Nobel Konrad Lorentz, que en su obra El Anillo de Salomón, admite la canalización como una fuente de conocimiento.

El conocidísimo Edgar Cayce (1877-1945) fue un caso aparte. En estado de sueño, hacía acertadas revelaciones y diagnósticos de enfermedades y sus remedios, que no atribuía a ningún ser espiritual; no se sentía poseído y hablaba con su propia voz. En la segunda mitad y finales del pasado siglo, con el movimiento Nueva Era han surgido cientos de canalizaciones, divulgadas e incluso publicadas, entre las que destacaríamos, por el impacto social, las siguientes, a nuestro entender las más significativas.
(Revista Año Cero)

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