La meditación es uno de los valores más importantes para mí: presencia, bienestar, bondad, salud y, sorprendentemente, ciencia. Como estudiante y practicante, he estado practicando la meditación durante más de una década. Para mí, los beneficios emocionales y físicos han transformado mi vida.
Descubrí que la meditación es una herramienta que ha mejorado mi calidad de vida y la de quienes me rodean, y en última instancia me ha ayudado a lograr grandes cosas personal y profesionalmente.
Últimamente, me he interesado cada vez más en la investigación sobre la relación entre la meditación consciente y nuestra salud física. A menudo, pensamos en los beneficios de la meditación solo para nuestro bienestar emocional, cuando de hecho el bienestar involucra tanto al cerebro como al cuerpo. Si esta idea le resuena, hay mucha investigación innovadora y de calidad que considerar. Aquí hay tres formas en que la meditación podría servir como herramienta para mejorar algunos de nuestros desafíos físicos más difíciles:
Meditación para manejar la inflamación y prevenir enfermedades
Le sorprenderá saber que las principales
instituciones de investigación están descubriendo un vínculo
importante entre el cerebro y el sistema inmunológico. De hecho, los
científicos del Centro para Mentes Saludables de la Universidad de
Wisconsin-Madison han estado estudiando la relación cuerpo-mente y
la idea de que el cerebro y el sistema inmunológico son una calle de
doble sentido. Todo se reduce a cómo el cerebro influye en las
respuestas inflamatorias del cuerpo y cómo nuestra capacidad de
entrenar al cerebro para intervenir en esas respuestas podría
prevenir enfermedades crónicas.
La conclusión aquí es considerar la meditación como una medida preventiva que ayuda a controlar cómo su cerebro influye en su cuerpo. Simplemente tomarse el tiempo para meditar todos los días podría tener un impacto notable en su salud física a largo plazo.
Intervenir en los trastornos alimentarios y la pérdida de peso
El entrenamiento de la meditación se ha convertido en un plan relativamente común para quienes buscan perder peso y controlar sus patrones de alimentación. Las personas generalmente incluyen la meditación como parte de su plan de dieta para los beneficios cognitivos: se ha demostrado que meditar afecta el área del cerebro que controla la regulación de las emociones y la perspectiva, permitiendo que los pensamientos negativos aparezcan y se vayan sin obstaculizar su dieta.
Una gran cantidad de estudios apunta a la meditación como una intervención eficaz para la alimentación emocional (“ATRACÓN“) que produce el aumento de peso. Un estudio exploratorio de 2016 realizado por el Centro de Mindfulness de la Facultad de Medicina de la UMass descubrió que las personas que participaron en un programa de reducción del estrés basado en la meditación de atención plena (MBSR) informaron que la atención plena ayudó a reducir su comportamiento emocional de alimentación, lo que llevó a los investigadores a concluir que esta podría ser una forma de intervenir en los trastornos alimentarios y ayudar a mantener la pérdida de peso.
Disminuir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer se considera universalmente como una de las condiciones más difíciles que podemos enfrentar a medida que envejecemos. Estamos aprendiendo más sobre cómo nuestras decisiones diarias aumentan nuestro riesgo de desarrollar enfermedades como el Alzheimer.
La mala nutrición, la presión arterial alta, la falta de ejercicio y el tabaquismo están asociados con un mayor riesgo de desarrollar demencia. La prevención está tomando prioridad sobre el tratamiento, y debemos entender la forma en la que nuestro estilo de vida afecta a nuestro riesgo de desarrollar enfermedades como el Alzheimer.
El Center for Healthy Minds lanzó recientemente un estudio de dos años con el Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer de Wisconsin para aprender más sobre cómo las emociones interactúan con el desarrollo de la Enfermedad de Alzheimer.
¿Qué tiene esto que ver con la meditación? En última instancia, el estudio nos ayudará a comprender si entrenar el cerebro para que tenga diferentes respuestas emocionales podría ayudar a prevenir el desarrollo de la enfermedad y desempeñar un papel en el tratamiento de pacientes que ya la padecen.
Actualmente, el Centro está reclutando voluntarios para participar en el estudio, y participar podría ayudar a los investigadores a comprender mejor el papel de nuestras emociones y elecciones de estilo de vida en la enfermedad de Alzheimer.
por Rob Dube.ECOPORTAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario