Las macetas vienen a ser envases de diferentes tamaños elaborados de plástico, cerámica, madera, o cualquier material resistente a la humedad en el cual se pueden cultivar todo tipo de plantas. Una característica de las macetas es su relativa facilidad para movilizarlas hacia lugares soleados o ventilados.
El manejo de las plantas tiene algunas coincidencias con el de un biohuerto cultivado sobre tierra, sin embargo, se debe controlar algunos factores para poder lograr una adecuada cosecha, estos factores son:
Iluminación
Una inadecuada iluminación puede provocar que las plantas se alarguen de forma anormal buscando luz lo que ocasiona que gasten innecesariamente sus reservas alimenticias en lugar de utilizarlas para producir hojas, flores o frutos de calidad. Para manejar la iluminación se debe colocar la maceta en un lugar libre de techos, árboles, etc., que ocasionen sombra, siendo el lugar más recomendable sobre los techos o en las terrazas o balcones.
Suelo
Si bien en los biohuertos se cultiva sobre tierra, en el caso de macetas no se puede utilizar solo este elemento debido a que con el tiempo se compacta (endurece) ocasionando que las raíces no se puedan desarrollar ni absorber agua, ocasionando la muerte de la planta. Para evitar este problema se debe utilizar una mezcla de sustratos en las siguientes proporciones: 50% de Musgo, 25% de tierra y 25% de compost o humus de lombriz. El musgo permite que la mezcla no se endurezca y puedan desarrollar adecuadamente las raíces, la tierra es fuente de microorganismos que contribuyen a mejorar el cultivo y el compost o humus de lombriz son fuente de nutrientes.
Densidad
Se refiere al número de plantas por unidad de área; en las macetas siempre se presenta un abuso de esta densidad, pues se suele colocar una elevada cantidad de plantas en macetas pequeñas originando una competencia entre estas y una etiolación de estas (crecimiento alargado de hojas y tallos, volviéndose débiles) Para evitar este problema se recomienda sembrar entre 1 – 2 plantas como máximo por maceta de 100 cm2 (10 cm x 10 cm).
Humedad
El adecuado manejo del riego permitirá que las plantas no se pudran, en el momento de la instalación se debe hacer agujeros en la base de las macetas para que pueda desfogar el exceso de agua después del riego pues un exceso de agua en prolongado contacto con las raíces puede ocasionar la asfixia de estas y su posterior pudrición. La cantidad y grosor de agujeros varían según las dimensiones de las macetas. Se recomienda que estos se distribuyan en toda la base, separados cada 5 – 7 cm aproximadamente.
Plagas y enfermedades
Al igual que en el cultivo sobre tierra, en las macetas también se presentan las plagas y enfermedades sobre las plantas debido en algunos casos a la elevada densidad (mayor número de plantas por unidad de área) que ocasiona un microclima que favorece su desarrollo y por el exceso de humedad que no desfoga en la base de la maceta originando pudriciones.
Para controlar las plagas existen diferentes métodos de manejo como extracción manual de gusanos, aplicación de repelentes caseros (extractos de ajo, rocoto, etc.), uso de trampas amarillas, etc. Para manejar las enfermedades se debe promover el adecuado abonado para que las plantas puedan desarrollarse sin problemas, además se puede usar preparaciones caseras como bicarbonato de sodio, azufre, etc. (ecosiembra.blogspot.com/)
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