domingo, 12 de febrero de 2017

EL CAMPO FUENTE


Hoy he estado leyendo un libro extremadamente interesante, voluminoso (más de 500 páginas) titulado El Campo Fuente. Investigaciones. Escrito por David Wilcock (su vídeo 2012 Enigma lo han visto millones de personas), nos adentra en aspectos de la nueva ciencia alucinantes. Partiendo de la hipnosis, la tesis principal es que “el espacio, el tiempo, la energía, la materia y la biología parten de una consciencia universal”. Todo en el Universo es Consciencia, y cada uno de nosotros somos una pequeña porción de esa consciencia.
Algunas personas acceden al “Campo Fuente” de una manera especial (sanadores como la mexicana “Panchita”, po r ejemplo). El “efecto Backster” (en honor a Clve Backster, autor de Percepción primaria) demuestra todos los seres vivos (incluidas las plantas) reaccionan al pensamiento de los demás. TODA LA NATURALEZA MANTIENE UNA CONVERSACIÓN CONSTANTE. La epífisis o glándula pineal nos mantiene en conexión con ese universo consciente (es el llamado “tercer ojo”). El Campo Fuente explica las conexiones telepáticas, las experiencias después de la muerte, la visión remota o la reencarnación (defendida por hinduistas, budistas o judíos ortodoxos). Según las profecías de distintas culturas, llegará la Edad de Oro entre 2012 y 2014: un tiempo de luz, plenitud y prosperidad. La clave de la Edad de Oro está en “el poder de las pirámides”: las egipcias, las mayas, las rusas (en Ramenskoe, cerca de Moscú, una pirámide de 12 metros hizo que el trigo creciera un 400% más que antes). El ADN reacciona a la consciencia humana de una manera medible. La evolución está impulsada por la energía y el ADN es una estructura ondulatoria que se puede reorganizar.
En la segunda parte, sobre el tiempo y el espacio, David Wilcock nos explica que el ciclo de 25.920 años es esencial y que el tiempo no es una constante universal. Los ciclos se repiten y más del 80% de los hechos negativos de la historia se producen siempre que la actividad solar es máxima (7.000 personas fueron capaces de reducir un 72% el terrorismo mundial con sólo meditar, nos cuenta). Para unificar la relatividad y la cuántica, el universo debe ser intemporal (Carlo Rovelli, físico de la Universidad del Mediterráneo en Marsella).
Geometría cuántica, fluidos que vibran, geometría genética… Y finalmente, el calendario maya, con ciclos de 5.125 años (Lonnie Thompson, glaciólogo de la Universidad Estatal de Ohio, ha descubierto que hace unos 5.200 años se produjo un cambio climático no muy distinto del que sufrimos ahora). Es decir, que los cambios terrestres no están relacionados con la contaminación ambiental. Edward O. Wilson ha calculado que en 2100 se habrán extinguido la mitad de todas las especies animales y vegetales.  
En la introducción, Graham Hancock resumen los hallazgos del libro en tres claves:
1. El mundo visible y material (“el mundo real”) es una emanación en el espacio tridimensional de un universo paralelo invisible.
2. Por ser una emanación (como una ilusión o un holograma), el mundo real no es una construcción física sino un sueño lúcido que se puede cambiar con la fuerza del pensamiento y de la imaginación.
3. Por tanto, los “pensamientos” son “cosas” y pueden modificar el “mundo real”.

No hay comentarios: