Ven,
navega conmigo por un lago tranquilo. Las
orillas están veladas,
la superficie está en calma.
Somos naves en el lago
y somos uno en el lago.
Vamos dejando una estela, navegando por
las aguas neblinosas. Su sutil ola señala
nuestro paso.
Tu estela y la mía se funden,
y forman un dibujo que refleja
tu
movimiento y el mío.
Según otras naves, que también somos
nosotros, navegan por el lago, que también
es nosotros,
sus olas se cortan con las nuestras.
La superficie del lago cobra vida
ola sobre ola, estela sobre estela. Son la
memoria de nuestros movimientos, las
trabas de nuestra existencia.
Las aguas susurran, de ti hacia mí, de mí
hacia ti, y desde nosotros hacia todos los
que navegan en el lago:
Nuestra separación es sólo una ilusión;
somos partes conectadas de un todo —
somos un lago con movimiento y memoria.
Nuestra realidad es más grande que tú y yo,
y que todas las naves que surcan las aguas,
y que todas las aguas en que navegamos.
lunes, 8 de agosto de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario