miércoles, 1 de junio de 2016

QUIENES GOBIERNAN REALMENTE ESTE MUNDO ... SON LOS POLITICOS?

Cuenta la historia que Sir William Pitt, primer ministro de Su
Majestad Británica, Jorge III, al hablar ante la Cámara de los Lores
en el Londres de 1770, explicó a sus pares que "existe algo detrás
del trono aún mayor que el propio rey". Más de algún noble - ¡y
seguramente el propio rey! -, habrán levantado las cejas ante frase
tan audaz, que desde entonces integra el léxico de la política para
significar la idea de que existe un "poder aún mayor, detrás del
trono". 

Mientras todos nos hallamos demasiado ocupados tratando de
comprender las consecuencias que los procesos electorales de todos
los países acarrean; procurando descifrar qué significa que ganen
los demócratas o republicanos en Estados Unidos; los laboristas o
conservadores en el Reino Unido; los socialdemócratas o
demócratacristianos en Alemania o porqué vivimos de "crisis en
crisis" en lo económico; o porque las bolsas suben y bajan como si
se tratara de una vuelta en la montaña rusa; o que consecuencias nos
traerá una corrida cambiaria en Sao Paulo o Bangkok o Moscú o Kuala
Lumpur; o qué resultará de las últimas megafusiones corporativas –
Daimler benz y Chrysler, Exxon y Mobil, Citibank y Travelers
Insurance, British Petroleum y Amoco, entre tantas otras –; mientras
nos hallamos tratando de develar estos y otros misterios, decimos,
lo verdaderamente importante ocurre en otro ámbito; acontece fuera
de la vista del público. Pues "el mundo según CNN" – o si se quiere,
el New York Times, Washington Post, La Nación , lo mismo da – no es
el mundo real.
Es tan sólo una seguidilla inconexa de datos, noticias e
informaciones desperdigadas que luego sistematizan e interpretan los
así-llamados formadores de opinión, y los analistas están a sueldo
del sistema de la globalización, quienes hacen que veamos, creamos y
pensemos de una manera muy precisa y determinada. El desafío, ahora
más que nunca, consiste en ver y comprender cómo funciona el mundo
realmente.

El presente  trata sobre una de las organizaciones creadas por una
elite política mundial , propia del hombre de la posmodernidad de
fines de milenio la que, a nuestro juicio, conforma en la práctica
el verdadero cerebro de una tecnocracia supranacional. O al menos la
parte más vital de la misma: nos referimos al Council on Foreign
Relations, Inc., de Nueva York, Estados Unidos - el "Consejo de
Relaciones Exteriores" -, también conocido por sus siglas, "CFR",
que es la forma en que lo denominaremos a lo largo de estas líneas.
Se trata de una usina intelectual – un "banco de cerebros" o think
tank – que reúne y coordina a las mas preclaras, seleccionadas e
influyentes mentes de los Estados Unidos y que, a su vez, se
relaciona con otras naciones e instituciones del mundo desarrollado
y en vías de desarrollo, con el objetivo de diseñar y planificar
aquellos procesos políticos, económicos, sociales y culturales que
inexorablemente han de conducir al planeta hacia esa naciente
estructura supra-nacional del anhelado nuevo orden mundial . Ese
nuevo orden pretende monopolizar el direccionamiento y alineación de
la totalidad de las fuerzas políticas, económicas, financieras,
sociales y culturales que determinarán las características del mundo
de mañana, con la misma certeza con que desde hace décadas vienen
dando forma al mundo contemporáneo. Uno de los principales
instrumentos de poder utilizado por esta tecnocracia es el control
que ejerce sobre gigantescas estructuras económicas, aliado a un
manejo casi monopólico sobre el sistema financiero mundial.

Mencionamos a tan sólo unos pocos encumbrados y podersosos miembros
del CFR como David Rockefeller, Henry Kissinger, Bill Clinton,
Zbigniew Brzezinski, George H.W. Bush, la secretaria de estado
Madeleine Albright, el especulador internacional George Soros, el
juez de la corte suprema Stephen Breyer; Laurence A. Tisch
(presidente de la cadena Lowes/CBS), Gral. L. Colin Powell, Jack
Welsh (presidente de General Electric Company), W. Thomas Johnson
(presidente de CNN), Katherine Graham (presidenta del grupo
Washington Post / Newsweek / International Herald Tribune); Richard
Cheney (secretario de defensa de Bush, presidente de la petrolera
Halliburton y vicepresidente electo), Samuel "Sandy" Berger (asesor
del presidente Clinton en seguridad nacional), John M. Deutch
(director de la CIA del presidente Clinton), Alan Greenspan
(gobernador del Banco de la Reserva Federal), Stanley Fischer
(director gerente del Fondo Monetario Internacional), James D.
Wolfensohn (presidente del Banco Mundial), Paul Volcker (presidente
del CS First Boston Bank y ex gobernador de la Reserva Federal),
John Reed (director y ex-presidente de CitiGroup); los economistas
Jeffrey Sachs, Lester Thurow, Martin Feldman y Richard N Cooper; el
ex-secretario del Tesoro, ex-presidente de Goldman Sachs y actual co-
Chairman de CitiGroup, Robert E. Rubin, el ex-secretario de estado
del presidente Reagan y "mediador" en el conflicto de Malvinas,
Gral. Alexander Haig, el "mediador" en el conflicto de los Balcanes,
Richard Holbrooke, el presidente de IBM, Louis V. Gerstner, el
senador demócrata por el estado de Maine, George J. Mitchell, el
diputado republicano, Newt Gingrich, y los asesores del presidente
electo Bush, Condoleeza Rice, Robert Zoellick, Elliot Abrams,
William Perry, Mark Falcoff, Paul Wolfowitz, Richard N. Perle, y
Richard Armitage entre muchos otros.
Aquí, entonces, hallamos la clave de la alta efectividad del CFR,
por cuanto aquellas decisiones y planificaciones que se realizan y
acuerdan durante sus reuniones, conferencias, y grupos de trabajo a
puertas cerradas, son luego ejecutadas por sus diversos miembros
desde sus ámbitos formales de poder. ¡Y qué ámbitos de poder que son
éstos! (continuará)

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