miércoles, 14 de mayo de 2014

En recuadro:


Cuando empiece el año mil que sigue al año mil, el hombre comerciará con todo; todas las cosas tendrán precio, el árbol, el agua y el animal; nada más será realmente dado y todo será vendido. Pero el hombre entonces no valdrá más que su peso en carne; se comerciará con su cuerpo como los canales de ganado; tomarán su ojo y su corazón; nada será sagrado, ni su vida ni su alma; se disputarán sus despojos y su sangre como si se tratara de una carroña.
Juan de Jerusalem

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