viernes, 21 de febrero de 2014

PARA PENSAR: La paradoja de nuestro tiempo es que...


Tenemos edificios más altos pero temperamentos cortos, autopistas más
anchas pero puntos de vista más estrechos. Gastamos más pero tenemos
menos, compramos más pero disfrutamos menos.

Tenemos casas más grandes pero familias más pequeñas. Más compromisos pero
menos tiempo. Tenemos más títulos pero menos sentido común, más
conocimiento pero menos criterio, más expertos pero más problemas, más
medicinas y menos salud.

Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros
valores. Hablamos mucho, amamos poco, odiamos demasiado...

Aprendimos a amar una vida pero no a vivirla plenamente. Hemos llegado a
la luna y regresado pero tenemos problemas a la hora de cruzar la calle y
conocer a nuestro vecino...

Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior, limpiamos el
aire pero polucionamos nuestras almas.

Tenemos mayores ingresos pero menos moral, hemos aumentado la cantidad
pero no la calidad. Estos son tiempos de personas más altas con caracteres
más débiles, con más libertad pero menos alegría, con más comida pero
menos nutrición.

Son días en los que llegan dos sueldos a casa pero aumentan los divorcios,
son tiempos de casas más lindas pero hogares rotos, un tiempo con
demasiado en la vidriera y poco de puertas adentro.

Y es un tiempo en que la tecnología puede hacerte llegar este mensaje y al
mismo tiempo tú puedes decidir marcar la diferencia o apretar eliminar.

"No guardes nada para una ocasión especial". Cada día que vives es una
ocasión especial.

Por eso... Lee más y limpia menos. Siéntate en la terraza y admira la
vista sin fijarte únicamente en las malas hierbas.  Pasa más tiempo con tu
familia y amigos y menos tiempo trabajando.

La vida es una sucesión de experiencias para disfrutar, no para
sobrevivir...

Usa tus copas de cristal, ponte tu nueva ropa para ir al supermercado. No
guardes tu mejor perfume para esa fiesta especial, úsalo cada vez que te
den ganas de hacerlo.

Las frases "algún día", "uno de estos días",... quítalas de tu
vocabulario. Si vale la pena hacerlo,Hazlo, verlo, quiero poder
disfrutarlo ahora.

Si supiéramos el tiempo de vida que nos queda, seguramente desearíamos
estar con nuestros seres queridos, iríamos a comer nuestra comida
preferida, visitaríamos los sitios que amamos...

Son pequeñas cosas las que nos harían enojar si supiéramos que nuestras
horas están limitadas...

Enojados porque dejamos de ver a nuestros mejores amigos, enojados porque
no
escribimos aquellas cartas que pensábamos escribir "uno de estos días",
enojados y tristes porque no dijimos a nuestros padres, hermanos, hijos,
sobrinos, amigos, cuánto los queremos.

Por eso... no intentes retardar o detener o guardar nada que agregaría
risa y alegría a tu vida, cada día, hora, minuto, semana, es especial...

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