Un guerrero de la luz no tiene “certezas” sino un camino a seguir, al cual procura adaptarse de acuerdo con el tiempo.
Lucha en el verano con equipamientos y técnicas diferentes a los de la lucha en invierno. Siendo flexible, ya no juzga al mundo desde el punto de vista de “acertado” o “equivocado”, sino sobre la base de la actitud más apropiada para aquel momento.
Sabe que sus compañeros también tienen que adaptarse, y no se sorprende cuando cambian de actitud. Da a cada uno el tiempo necesario para justificar sus acciones.
Pero es implacable con la traición.
Del “Manual de los Guerreros de la Luz” de Paulo Coelho
viernes, 28 de febrero de 2014
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