lunes, 21 de mayo de 2012

Volver a casa:



Los recién llegados que desarrollan un punto de vista espiritual en la Tierra pueden estar atentos o dispuestos a emprender de nuevo ilimitadas actividades de la dimensión espiritual. O si las personas no están del todo dispuestas a aceptar su existencia espiritual recién adquirida, pueden tomarse todo el tiempo que quieran para descansar y despertar....
En la “otra vida” tenemos mucho tiempo para contemplar las ganancias y pérdidas de nuestra alma, nuestros errores y nuestros logros, mientras nos aprestamos a planificar la próxima vida. De acuerdo con nuestro nivel de madurez, basado en lo que aprendimos e integramos y en la conciencia que tomamos de nuestro verdadero propósito en la Tierra, podemos atravesar los niveles y trabajar con los Guías y Maestros. En estos últimos siglos, bajo el paradigma científico dominante, la vida se redujo a lo que sucede exclusivamente en el mundo físico. La muerte es considerada el final de la vida y vista muchas veces como una tragedia cuando se produce. Esta visión materialista del Mundo contribuye a hacernos pensar que somos nada más que un puñado de sustancias químicas con una especie de anhelo espiritual que ayude a que la vida resulte soportable mientras estamos aquí....
La mayoría hemos tenido una valiosa percepción respecto de la transición del espíritu cuando abandona el caparazón físico e ingresa en la otra dimensión. Traer la dimensión de la “otra vida” al plano físico nos proporciona un panorama más amplio de capacidades y genera cambios importantes en nuestra evolución. Saber que somos eternos, que esa “otra vida” es nuestra real vida, que “volvimos a casa”, es algo maravilloso.

(Extracto de “En busca de la luz interior” de James Redfield y Carol Adrienne).

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