Los Mayas y el Calendario:
Los enigmáticos Mayas, además de sus profecías, sobre estos tiempos, y sus asombrosos cálculos matemático/astronómicos, con una diferencia mínima con respecto a los cálculos de la NASA, su misterioso origen y desaparición, sus maravillosas pirámides, observatorios, palacios y el hecho inexplicable de que no hallan utilizado la rueda a pesar de conocerla, nos plantean muchas interrogantes. ¿Eran los Mayas seres de otros mundos? ¿Quizá el remanente de una civilización, que sufrió una catástrofe?
Cualquiera sea la respuesta hay que coincidir en algo, se ha querido interpretar a la Cultura Maya bajo las pautas y la visión equivocada de nuestra concepción “occidental y cristiana”. Por ello pueden parecer “obsesivos” en el cálculo y medición del tiempo, para lo que desarrollaron 17 diferentes calendarios. Para nuestra concepción o la del “poder instaurado” donde “tiempo es dinero”, quizá sea una obsesión, pero no para los Mayas, quienes tenían otra visión en cuanto a su interacción con su entorno y al de nuestro planeta con el Cosmos. Ellos no “medían” el tiempo sino que lo “interpretaban” a través de un estudio minucioso de los astros y sus efectos en el planeta y en todos los seres que habitan en él, en esa interrelación que existe en todo el universo y que ellos conocían.
La investigación de José Argüelles:
El Dr. José Argüelles y su esposa Lloydine han investigado las inscripciones en la tumba de Pacal Votan (603-683 D.C.) en Palenque, El Libro Perdido de las Siete Generaciones o el Telektonon de Pacal Votan; los Nueve Cielos/Trece Infiernos de Quetzalcoatl y las Profecías del libro del Chilam Balam y a través del estudio y la meditación han logrado develar lo que denominan como la Ley del Tiempo, la cual define la frecuencia del tiempo artificial como 12:60 del calendario Gregoriano (año de 12 meses, hora de 60 minutos) y la frecuencia del tiempo natural 13:20 (13 tonos, 20 frecuencias solares).
Según el Dr. Argüelles la frecuencia 12:60, promueve una frecuencia de tiempo artificial e irregular, lo que provocaría una irregularidad en nuestro patrón de pensamientos, nuestro bio-ritmo natural sería de 28 días (período femenino), si lográramos utilizar el calendario de 13 lunas regularizaríamos nuestro patrón de pensamientos transformando por ende, a toda la sociedad. Es por ello que promueve desde la década del 90 el cambio del calendario Gregoriano actual por el Calendario de 13 Lunas, habiendo llegado a la ONU y al Vaticano a promover éste cambio, este último luego de haberlo analizado lo rechazó ya que el Calendario de 13 Lunas consta de 13 meses de 28 días c/u (13 x 28 = 364) + 1 día (25 de Julio) “fuera del tiempo” para completar los 365 días; ese día es el “problema” para el Vaticano ya que interrumpe la semana de 7 días que afirman es un orden impuesto por Dios, auque el sistema de 7 días proviene del calendario judío, que a su vez deriva del de los babilonios (quienes lo implantaron basándose en que el 7 es un número astronómico y astrológico).
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