miércoles, 2 de junio de 2021

Una escuela que reemplaza los castigos con meditación

 



El colegio Robert W. Coleman, en la ciudad de Baltimore (Estados Unidos) implementa la meditación como reemplazo a los castigos y suspensiones. En esta escuela los niños aprenden a respirar y a habitar el presente. Los resultados son excelentes!

En plano siglo XXI, la gran mayoría de los establecimientos educativos castigan o sancionan a los niños cuando se comportan indebidamente. Pero esta escuela propone innovar y basarse en la comprensión para disminuir el mal comportamiento de sus alumnos.

La meditación ha reemplazado las salidas al pasillo, las expulsiones, las visitas a la dirección, las amonestaciones, etc. la idea es invitarlos a meditar, a conectar con ellos mismos y reflexionar sobre lo sucedido. Los resultados han sido sorprendentes, ya no suspenden a ningún estudiante más.

Mindful Moment Room: meditación en lugar de castigo

Un grupo de especialistas diseñó la Mindful Moment Room: una habitación especialmente acondicionado donde el niño puede sentarse a respirar, a meditar y a charlar con un consultor. Esta habitación especializada, es parte del proyecto de la organización sin fines de lucro Holistic Life Foundation, que tiene por objetivo empoderar a la comunidad de Baltimore a partir del yoga, el mindfulness y las prácticas de auto-cuidado. Como dicen en su sitio web:

La Mindful Moment Room es un oasis de calma que está disponible todo el tiempo durante el día.

Los niños pueden utilizar la Mindful Moment Room también por iniciativa propia, cuando lo crean necesario, no sólo cuando se han “portado mal” De esta manera, se van haciendo más conscientes de sus emociones y de cómo canalizarlas.

Al la Mindful Moment Room, se suman sesiones de 15 minutos de meditación antes de las clases.

Fundación Vida Holística

Holistic Live Foundation brindó sus servicios de consultoría para crear el programa en la escuela Robert W. Coleman, así como en otras escuelas de Baltimore, una de las ciudades más peligrosas del país. La tarea no es sencilla, ya que no solo se enfrentan al día a día de los niños en las escuelas, sino que también a los ambientes urbanos y familiares de violencia y precariedad que afectan la psique de los niños.

Desde hace más de 10 años la Fundación ha estado ofreciendo el programa “Yo holístico” como actividad extraescolar a los niños de educación primaria, a través de ejercicios de concentración y yoga.

Otra ventaja es que los niños se apropian tanto de la meditación que la hacen extensiva a sus hogares. En una entrevista el co-fundador de la Fundación Vida holística, Andrés González, dijo: “Hemos tenido madres que nos han dicho: “llegué a casa el otro día estresada, y mi hija dijo, “Oye, mamá, es necesario sentarse. Voy a enseñarte cómo respirar.”

Iniciativas como esta demuestran lo apropiado de la meditación en nuestros tiempos

La meditación puede tomarse como una moda pasajera o una cosa de “hippies”, pero lo cierto es que es una llave a un futuro más consciente y humano. A través de prácticas milenarias como el yoga es que podemos pensar y construir la educación que el futuro necesita: una más humana, en la cual se trabaje una pedagogía mente-cuerpo, y en la cual la comprensión y la regulación de las emociones sea lo más importante. Porque de esta forma se enseña a los niños que lo más importante es habitar el presente con paz y felicidad –como ya lo saben los niños de la India, un país donde la felicidad forma parte de los planes de estudio en muchas escuelas.

La meditación respaldada por la ciencia

No necesitamos que la ciencia nos lo diga, pero incluso neurocientíficos de Harvard, como Sara Lazar, han comprobado cómo la práctica continua de meditación mindfulness ayuda a fortalecer las emociones y a regular el estrés, entre muchos otros beneficios.

Hay mucho en que reflexionar sobre ejemplos tan inspiradores como este. No sólo en lo que refiere a las escuelas del futuro, sino también en lo que nosotros podemos hacer para transformar nuestra realidad y para educar a nuestros hijos en casa. Porque enseñarle a los más pequeños a meditar es posible, y los beneficios serán permanentes.

Ecoporta.net

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