El 6 de Agosto de 1945, por primera vez en la historia de
la civilización, una ciudad entera fue incinerada por un brillante
estallido,
mucho mas brillante que el sol. Decenas de miles de gentes murieron
instantáneamente, y muchos más experimentaron una larga y dolorosa agonía.
Esta ciudad fue Hiroshima. Actualmente, todavía vivimos en un mundo donde
un acto tan demencial, cruel y obsceno pudiera suceder con la sola orden de
un
simple hombre. Hemos vivido por tanto tiempo bajo la sombra de la era
nuclear, que casi nos hemos olvidado del poder, ahora magnificado un millón
de veces, que la humanidad tiene para aniquilarse a si misma. Y aun así,
esta no es la única monstruosidad que se ha desatado en este mundo que
alguna vez fue tan fértil y lozano. Otra locura se ha apoderado y ha
proliferado desde que la primer bomba atómica fue lanzada hasta apoderarse
gradualmente del mundo entero. Es llamada capitalismo mercantil. Esta
aparentemente nueva 'religión' con su poderoso dólar como punto focal de
adoración universal ha fomentado la rápida expansión de un estilo de vida de
consumismo de tecnología avanzada, que ha sido emulado en cada país
alrededor del mundo. En su despertar, ha dejado un camino devastado de
bosques en rápida extinción, la reposición de millones de años invertidos en
experimentos de belleza y creatividad, una vida marina en rápida disminución
en todos los océanos, ríos y lagos, y el avance en el dominio del hombre en
medios ambientes salvajes y vírgenes.
Asi como esto fue llevándose a cabo, otro fenómeno cambiante de la Tierra
fue tomando efecto lentamente y esta envenenado actualmente para afectar
nuestra perspectiva de todo lo que ha sido tomado con importancia hasta
ahora. Una revolución espiritual, como ninguna de las que ha experimentado
el planeta hasta hoy, esta abriéndose camino como decenas y pronto centenas
de millones de gentes se están dando cuenta, a través de todas las formas de
pensamiento y experiencias que abren nuestro corazón, nuestra unidad
fundamental con todas las formas de vidas. Un profundo despertar espiritual
esta siendo criado en medio del sufrimiento de la era agonizante.
Dentro de las realizaciones mas quintoesenciales despertándose en millones
de seres humanos se encuentra el hecho incontrovertible de que, antes de
ser cuerpos humanos de músculos y huesos agraciados con una consciencia y
una cierta alma invisible, nosotros somos seres espirituales teniendo una
experiencia física. Las historias traídas de mas allá del velo de la muerte
clínica por un numero creciente de personas, así como también las numerosas
oportunidades proveídas para iluminarnos y despertarnos, así como de
casualidad para muchos de nosotros, han contribuido positivamente al cambio
en este paradigma en el entendimiento para todos aquellos que tenemos oidos
para escuchar y ojos para ver. Aun asi, como una planta frágil que apunta
del suelo hacia la luz, pocos de nosotros nos hemos dado cuenta de todo lo
que implica el simple hecho de este entendimiento, y pocos hemos cambiado
nuestros puntos de vista y prioridades diarias para que concuerden con la
perspectiva totalmente diferente en todo lo que pensamos, decimos y hacemos,
y mas criticamente, todo lo que somos. No nos hemos identificado
completamente con lo inmortal, radiante espectro de Dios que somos, así que
esta realidad se manifiesta raramente como comparada con todo lo que pudiera
significar en todos los aspectos de nuestra vida.
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