jueves, 2 de enero de 2020

LA CONVIVENCIA EN EL PLANETA AZUL

Los dos individuos descansaban recostados en las arenas rojizas. Era la víspera de su próxima misión. Nunca habían viajado tan lejos, a una galaxia tan distante. Allí se encontraba ese pequeño planeta. Pudieron verlo a través de sus sofisticados equipos. Era tan bello. . . y se veía tan azul. . .
Estaban acostumbrados. Era su trabajo: el espacio, trasladarse siempre, vigilar.
Este Universo tan vasto, tan perfecto, tan vivo, siempre emitía señales. Eran tantas galaxias, tantos planetas, y todos. . ., todos, debían funcionar en perfecto equilibrio. En este caso, la señal venía del Planeta Azul. Pudieron detectar la presencia de vida inteligente, y algo estaba sucediendo. Ellos debían hacer un diagnóstico; debían determinar si podían y si era conveniente ayudar. . .
Sus órdenes eran claras: se mezclarían con los habitantes sin ser notados, y como siempre, harían un detallado informe del suelo, y las condiciones medioambientales, y lo que era muy importante, cada uno daría su impresión de la convivencia en el pequeño planeta.
Sí, la raza humana era su objetivo en esta ocasión.

El primer individuo manifestó a la mayor autoridad:
"En el Planeta Azul, coexisten muchos ecosistemas. Es fértil, perfecto. El color azul que apreciamos desde aquí, se debe a la gran cantidad de agua que lo compone. Existen muchas especies animales y vegetales que luchan por sobrevivir. El motivo de la señal, es la destrucción que está provocando la especie inteligente. No saben convivir entre ellos ni con su medio. Utilizan sus recursos de forma indebida e indiscriminada. Se dividen en naciones, algunas notablemente más poderosas que otras, y desde el comienzo, siempre han existido guerras que inventan los más fuertes para su propio beneficio. Han luchado por creencias, por propiedad, por dominio, por religión; cualquier excusa ha servido para autodestruirse. Esto los ha conducido a altos niveles de contaminación, al agotamiento de algunos recursos, y a la extinción de varias de sus especies, tanto animales como vegetales.
Los individuos se nuclean en grupos por relación sanguínea, forman ciudades, y allí también se observan sentimientos inestables y agresivos. Algunos exterminan a otros para quitarles objetos, y lo que ellos llaman dinero. Todos quieren poseer muchas cosas, y ser importantes para los otros, en una carrera inútil hacia ninguna parte. No entienden que hay suficiente para todos, que cada uno es único, y que por tanto la competencia es innecesaria, ya que sólo pueden superarse a sí mismos; que cada acto que realizan los afecta a todos para bien o para mal, y que ese nivel de convivencia desajustada, los está conduciendo, de forma irremediable, hacia la extinción".
"Creo que ya es demasiado tarde para la raza humana. . .".

El segundo individuo presenta su informe:
"Estoy de acuerdo con lo dicho por mi compañero. Todo eso existe en el Planeta Azul, pero además, yo pude percibir otros factores que caracterizan a la raza:
La Tierra (porque así llaman sus habitantes a este planeta), es un lugar maravilloso, de una belleza indescriptible, y en ella conviven innumerables especies, que se multiplican más allá de algunas condiciones adversas. Y si bien algunos han propiciado el uso indebido de los recursos naturales, otros los defienden y los protegen, así como a las especies en vías de extinción.
Cada amanecer es un estallido de colores y aromas. Cuando aparece su estrella en el horizonte (el sol, como ellos la llaman), muestra la impresionante naturaleza de este lugar, que no soporta el vacío, y donde la muerte no es un obstáculo para la constante manifestación de la vida.
Las naciones o países que propician las guerras -aún siendo muy poderosos-, no tienen suficiente fuerza contra los que defienden la paz.
Los grupos por relación sanguínea son llamados familias, y en la mayoría predomina el afecto. Los progenitores cuidan de su descendencia. Los alimentan y protegen, transmitiéndoles el amor que los indujo a asociarse como pareja.
Durante la gestación, el vientre de la madre, adopta la forma del planeta que los sostiene, y al nacer, el rostro del pequeño refleja la belleza y el calor de la estrella que los ilumina.
El amor que sienten las hembras (mujeres para su raza) por sus hijos es tan intenso, que sólo ese sentimiento puede mantener la existencia en la Tierra; sumado al de los machos (hombres), que también aman incondicionalmente a sus críos y al resto de su familia, superan ampliamente la violencia y el odio que manifiestan algunos integrantes de la raza.
En las ciudades, las familias se relacionan por afinidad y se apoyan entre sí. Muchos individuos son voluntarios para ayudar y alimentar a los más desposeídos.
Cuentan con diferentes medios de comunicación. El más global, y relativamente nuevo, es Internet, a través del cual se vinculan seres de todas las latitudes. Fomentan relaciones de amistad y afecto aún sin conocerse. Hoy mismo, 8 de Octubre, están celebrando un evento a través de dicha red de comunicación. Fue ideada por dos de sus integrantes. Cada año convocan a la mayor cantidad posible de personas, para escribir el mismo día sobre el mismo tema. El año anterior hablaron de solidaridad; hoy, precisamente, hablan de convivencia. Muchos son los que se unieron, y muchos más los que se unirán en los años venideros, porque estos temas son los que hacen a las sociedades más fuertes y sólidas.
Justamente, nosotros visitamos a esta raza para evaluar su capacidad para convivir entre sí y con el resto del sistema.
Aunque ellos desconozcan nuestra existencia, y la de muchos otros, todos convivimos en el mismo Universo, y todos debemos generar suficiente amor para mantenernos con vida.
Mi opinión, es que a pesar de algunas dificultades, en el Planeta Azul predominan el amor y la tolerancia. Lamentablemente, innumerables actos de grandeza humana no se difunden. La mayoría de los medios de comunicación prefieren divulgar las malas noticias".

-Ya presentamos nuestros informes, señor. Ahora le corresponde al Consejo decidir si el Planeta Azul merece nuestra colaboración para restablecer su equilibrio.
-Yo, como líder, considero que la raza humana llegará a conocer el secreto de su propia existencia, y en el futuro logrará evolucionar satisfactoriamente. En la actualidad, aquellos que apuestan por la buena convivencia, ya se ganaron nuestro respeto. . .
Aún así, yo no tengo la última palabra. . .
(Myriam Alpuin).

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