jueves, 13 de agosto de 2015
¿Es cierto que los pensamientos se vuelven realidad?
Todos somos conscientes del poder de los pensamientos cuando pensamos en algo negativo pero ¿funciona también en positivo o sólo para mal?
Cómo es posible que un pensamiento pueda hacernos sufrir?
Los pensamientos son ideas, recuerdos, expectativas, valoraciones,… que nuestra mente genera.
Hemos de ser muy conscientes que los pensamientos sobre la realidad no son LA REALIDAD, sino la interpretación que hacemos de ella.
Por tanto si los pensamientos no son la realidad, ¿por qué nos hacen sufrir?. Porque los CREEMOS, y así vivimos nuestra vida, en función de ellos y del malestar o bienestar que nos generan.
Podríamos decir que SOMOS lo que PENSAMOS porque existe una interrelación entre lo que pensamos, sentimos y actuamos, de tal forma, que NUESTRA REALIDAD, la construimos en función de nuestros pensamientos, emociones, actitudes y conductas.
CREAMOS lo que CREEMOS. El poder de los pensamientos es, realmente, muy evidente.
¿A que sí crees que funciona el pesimismo?
Entonces, PENSAR equivale a IMAGINAR O INVENTAR, ya que la REALIDAD es diferente, y yo sólo tengo mi interpretación de la misma, a veces, errónea.
Son nuestros MIEDOS, y EXPERIENCIAS ANTERIORES las que no nos permiten ser optimistas y de forma automática pensamos en lo negativo, en lo peor, en lo que nos perjudica, en lo que nos hace sufrir.
Y lo paradójico de nuestro pensamiento es que probablemente nunca ocurrirá, aunque, en cualquier caso, ya lo estamos sufriendo.
¿Cómo nos condiciona el pensamiento?
De todos es sabido que los seres humanos nos equivocamos, cometemos errores y darnos cuenta nos permite aprender de ellos y seguir adelante.
El paso siguiente para asumir esta premisa es aceptar y asumir que nuestra mente también se equivoca cuando piensa.
Cometemos errores de pensamiento, que si no los descubrimos, nos llevarán a sentirnos mal y a tener actitudes contraproducentes para nuestra salud y bienestar.
Pensar en negativo nos predispone negativamente ante una realidad, que si bien, no iba a ser "perfecta", al menos, podía ser algo mejor de lo que imaginamos. Por el simple hecho de imaginarla en negativo, y sentirnos mal, antes de que ocurra, ya no nos permitirá ver lo bueno que había en ella.
Por el contrario, pensar en positivo nos prepara favorablemente, y la mayor parte de las veces, con éxito ante una situación, que si bien puede ser muy difícil o dura, si pensamos que podemos superarla nuestra actitud ya nos servirá para que así sea, y nos esforzaremos en aprender de ella y buscarle el lado positivo que pueda tener. Es otro ejemplo del poder de los pensamientos.
¿Podemos determinar, entonces, nuestro futuro?
Si pensar es INVENTAR, entonces, podríamos elegir lo que pensar y nos convendría escoger aquel PENSAMIENTO o INTERPRETACIÓN de la realidad que nos haga sentirnos bien.
Puestos a inventar, mejor nos iría si inventamos algo saludable ¿no te parece?. Al menos, no sufriremos tanto y es probable que podamos ver el lado positivo de esa experiencia que no era como esperábamos.
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